Guadalajara, Jalisco.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió un informe especial sobre la situación de los adultos mayores albergados en diferentes estancias de tiempo prolongado durante 2023 y 2024 y se encuentran en abandono por parte de las autoridades.
Se visitaron 30 residencias de larga estancia de:
- El Salto
- Chapala
- Zapotlanejo
- Guadalajara
- Arandas
- Acatic
- San Ignacio Cerro Gordo
- Tonalá
- Tlaquepaque
- Zapopan
- Jamay
- San Gabriel
- Tlajomulco, entre otros.
En el informe realizado por la Segunda Visitaduría General de la comisión, confirmó problemas como documentación incompleta, condiciones inadecuadas de infraestructura como para el uso de sillas de ruedas, falta de vigilancia a través de cámaras dentro y fuera de los inmuebles, así como
la falta de expedientes médicos bien hechos y por consecuencia falta de seguimiento y tratamiento adecuado de sus enfermedades.
En algunos se constató que ni siquiera ha habido campañas de vacunación para proteger a los ancianos dentro de los albergues, es el caso de la Casa Hogar María Candelaria en donde se reportó que en los últimos tres años no han acudido a vacunarlos.
Pero también documentó las malas condiciones de higiene en la que se encuentran los adultos mayores en estas estancias,
en algunos de estos centros se observaron hasta ratas y cucarachas.
Además se detectó el uso de baños portátiles junto a las camas, lo que provoca malos olores en las habitaciones, así como la falta de aseo personal, ya que no son bañados con regularidad, muchos de ellos necesitan asistencia para realizarlo. Además, no hay regaderas, están descompuestas o son insuficientes.
El informe también denuncia la falta de supervisión de las autoridades que son responsables de estos lugares donde se atienden a los más vulnerables,
ya sea del municipio, o DIF, Asistencia Social, de Cofepris, o de la Secretaría de Salud
ya que incluso algunos de los encargados de estos albergues ni recordaban la última visita de las autoridades estatales.
Algo en lo que coincidieron la mayoría de los adultos mayores albergados en estas estancias, es que quisieran recibir más visitas, aunque muchos de ellos han sido abandonados por sus familiares.
En conclusión las y los adultos mayores del estado asilados en estos 30 hogares
están abandonados por las instituciones del estado, por sus familias y por la sociedad y sufren de una violación sistemática a todos sus derechos humanos.