Guadalajara, Jalisco.

Las mamás que sufren la muerte de su bebé antes o durante el parto o que sufren algún parto prematuro y a los días muere su bebé, van a presentar el proceso de lactancia, es decir, van a producir leche ya que su cuerpo de manera fisiológica produce las hormonas que provocan este fenómeno. 

Sin embargo, la mayoría de las veces el personal de salud no está capacitado para abordar a estas mamás en duelo y no se les plantea esta realidad por lo tanto, no les informan que pueden decidir sobre donar su leche o médicamente cortar la producción de la misma.

Reconoce la secretaria técnica del Comité de Lactancia Materna del Nuevo Hospital Civil de Guadalajara, Blanca Bernal Orozco: 

“Queremos crear conciencia en el personal médico sobre la importancia de este tema, ya que a veces como profesionales de salud también nos cuesta trabajo para saber qué decir, cómo acompañar a una mamá que perdió a un bebé, entonces queremos crear conciencia y darles esa oportunidad de decidir qué hacer con su leche”.

Afortunadamente en el Hospital Juan I. Menchaca ya se cuenta con el Código Mariposa que se trata de tener una área exclusiva para las mamás que sufrieron la muerte de su bebé para poder ser atendidas desde el primer momento por especialistas, la lactancia en duelo en algunos casos puede ayudar a las mamás a enfrentar su pérdida: 

“este año se creó en el Hospital Civil o se adoptó el Código Mariposa y este código consiste en tener un cierto especial para aquellas mamás en duelo, aquellas mamás que perdieron a su bebé y se les da una atención especial acompañamiento con tanatólogos, psicológico y entre esas cosas se platica sobre la lactancia materna, qué hacer una vez que perdieron a sus bebés”.

Código Mariposa fue una iniciativa del colectivo Duelo Respetado que ha luchado por visibilizar la lactancia en duelo, Pechos llenos, brazos vacíos es una realidad que viven decenas de mujeres que tienen el derecho de decidir qué hacer con su leche. 

• Por cierto la leche materna donada en el Hospital Fray Antonio Alcalde es entregada a investigadores del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías que la convierten en polvo para mantener sus propiedades nutricionales, así como para preservarla más tiempo y poder alimentar a bebés de mujeres privadas de su libertad, bebés de mujeres con adicciones o con otras condiciones de salud que les impide amamantar a sus niños.