Guadalajara, Jalisco.
Después de la hora de clases, ya entrada la tarde, el servicio de teléfono de emergencia se satura. Las llamadas que entran al conmutador son más de las que 150 personas pueden atender en el Centro Integral de Comunicaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE). La mayoría de esas llamadas, ocho de cada 10, son bromas.
Bromas que podrían ser de pésimo gusto para alguien que en verdad necesite ser atendido de emergencia. En su mayoría, se trata de niños y jóvenes menores de edad que no dimensionan la importancia del tiempo ante un hecho catastrófico.
Desde el primer lunes de enero, se habilitó el número 911 en Jalisco como único número de emergencia.
El tratamiento de las llamadas falsas o de broma, es todo un reto, aseguró Salvador Medina Bonilla, director del Centro Integral de Comunicaciones ubicado en la parte más alta del cerro de El Palomar.
Pero ya no será así en cuatro meses, cuando las operadoras de servicios telefónicos estén obligadas a enviar la ubicación, en tiempo real, del origen de la llamada.
Una de las bondades que tiene el 911 es coordinarse entre todas las agrupaciones que atienden una emergencia. Aquí hay policías, bomberos y rescatistas de todos los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Son ellos quienes contestan o dan orientación, cuando se requiere.
Con 21 años, el Centro Integral de Comunicaciones lucha por estar a la vanguardia. Fue el primer edificio de su tipo en el país. Y ahora, sus directivos buscarán crecer para tener un espacio más amplio.