Guadalajara, Jalisco.

Como te ves, me vi; como me ves, te verás. Esa es la máxima de nuestros abuelos. ¿Y sabes qué? Tienen razón.

Sin embargo, cuando se es joven no pensamos que llegaremos a la edad de nuestros abuelos. Cuando somos niños pensamos que tener 40 años ya es ser anciano, pero cuando alcanzas el cuarto piso, dices: ‘Ah no, soy joven’. Y la realidad es que a partir de los 30 comienza el proceso de envejecimiento. 

Aquí te pregunto: ¿Cómo te quieres ver? ¿Cómo quieres envejecer? Todo depende de las decisiones que tomes en tus 20s, 30s, 40s y 50s.

A decir de la Organización Mundial de la Salud, el adulto mayor o de la tercera edad es quien ha llegado a los 60 años. En cuestión laboral, la jubilación se da a los 65.

Sin embargo, hay personas que se sienten envejecidas más temprano. Cansadas, enfermas, deprimidas y todo depende de cómo se preparen para su tercera edad.

Por eso, Canal 44 y Radio UdeG te presentan este especial. La intención es que tomes conciencia y te plantees un plan de vida, de envejecimiento, porque si algo tenemos seguro es que el tiempo pasa y no olvida, y lo que hagas y dejes de hacer será lo que depare tu vejez.

También te presentaremos historias de adultos mayores, quienes decidieron vivir esa etapa de la vida en una casa de descanso o, como les decían antes, en un asilo, ya que muchas veces no son bien vistos o se teme caer en ellos; sin embargo, son una opción.  

El gerontólogo Enrique Gallardo García se dedica a concientizar justamente sobre esta realidad: todos estamos envejeciendo y vivimos como si siempre fuéramos a ser jóvenes:

“Invitamos a todas las personas a que, desde ahorita, desde la edad que usted tenga, empiece a preparar su futuro en la vejez. Más allá de lo económico, lo saludable, aunque todo va de la mano: si yo tengo una buena salud no voy a tener muchos gastos económicos; si tengo una mala salud, sí me puede implicar unos gastos económicos. Pero, al igual, si tengo ambas, podemos empezar a ayudar a las personas a que se vayan borrando esa idea de que, si llego a esa etapa, voy a ser una carga, un estorbo”.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2023 había 18 millones de personas de más de 60 años; esto es, 14 por ciento de la población. ¿Y cómo está la salud de este sector? ¿Cómo están llegando los mexicanos a la tercera edad? 

“Están llegando con una visión de que están envejeciendo, de que sí tienen o presentan enfermedades crónicas, neurodegenerativas, pero lo que yo he detectado es que muchos de ellos lo que piden es que la sociedad los adapte, porque la mayoría han sufrido edadismo”.

¿Y qué es el edadismo? Así se le llama a la discriminación a una persona por edad; es la discriminación contra personas o colectivos por motivo de edad. 

“Muchas veces las personas dicen: ‘Voy a algún lugar, a una plaza’, y de repente se me queda viendo como ‘¿Qué hace usted aquí? Usted debería de estar en otro lugar’, y muchas veces dicen: ‘Pues soy persona adulta mayor y vengo a hacer mis compras’. ¿Esto qué es lo que me dice? Que quieren que la sociedad, los jóvenes, los familiares y las mismas instituciones los traten como cualquier otra persona”.

Esta discriminación puede provocar tanto daño a los adultos mayores, que incluso la Organización Mundial de la Salud publicó un informe y calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas; es decir, que discrimina a los adultos mayores, lo que empobrece su salud física y mental, además de reducir su calidad de vida, y cada año cuesta miles de millones de dólares a la sociedad.

Así que te invito a hacer un exámen de conciencia: analiza la forma en la que los tratas. ¿Les dejas el asiento en el transporte público? ¿Te molesta cuando caminas por la banqueta y un adulto mayor va delante de ti cuando traes prisa? ¿Te molesta su presencia en el cine? ¿Te incomoda que estén en un restaurante o en un bar? ¡Cuidado! Muestras una actitud edadista y recuerda: Como los ves, te verás. ¿Cómo te gustaría llegar a esa edad? 

• En la siguiente entrega escucharemos las experiencias de algunos de los moradores de una casa de descanso llamada Ave Fénix Residencial, ubicada en el Centro tapatío y que se ha convertido en el hogar de decenas de adultos mayores.