Vejez digna, ¿Ya te preparaste? Parte III: Padrón de la tercera edad, en el limbo

Durante la pandemia por Covid-19 quedó al descubierto cómo el Gobierno del Estado carece de políticas públicas en beneficio de los ancianos, porque a pesar de que el DIF y el Sistema de Asistencia Social tienen grupos que dan actividades a los adultos mayores



Guadalajara, Jalisco. 

Durante la pandemia por Covid-19 quedó al descubierto cómo el Gobierno del Estado carece de políticas públicas en beneficio de los ancianos, porque a pesar de que el DIF y el Sistema de Asistencia Social

tienen grupos que dan actividades a los adultos mayores que acuden a los centros de día a recibir capacitación, recreación, deporte, entre otras actividades, no existe un padrón.

Por ejemplo, no sabemos cuántos asilos públicos y privados que puedan estar a disposición de este sector de la población hay en Jalisco. Y en consecuencia, no sabemos las necesidades que tiene este importante sector de la población. 

Mucho menos existe un seguimiento de los casos de ancianos que son abandonados de manera constante en los hospitales. Por ejemplo,   

Ahora te pregunto, ¿Qué tipo de envejecimiento quieres para ti?

El gerontólogo Enrique Gallardo García te explica más al respecto.

“Todos estamos envejeciendo desde que nacemos, pero hay que saber si yo quiero un envejecimiento saludable.

¿Qué es esto?

Que no presente alguna patología, a lo mejor yo puedo tener un envejecimiento habitual.

¿Qué quiere decir esto?

Que yo tengo patologías que constantemente estoy hospitalizado. Por ejemplo, voy a sesión de hemodiálisis, voy a la clínica de la memoria, a la de marcapasos, del dolor, pero ya es parte de mi proceso de envejecimiento. Hay otro envejecimiento llamado inusual;

¿Esto qué quiere decir?

Que muchas personas tienen una enfermedad crónica degenerativa: diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, pero está totalmente controlado. Hago ejercicio, saco a la mascota, riego las plantas, y eso te demuestra que están trabajando; eso es un envejecimiento patológico que, como su nombre lo dice,

es totalmente dependiente de otra persona, del oxígeno, del ventilador, de estar sentado todo el tiempo, de estar postrado todo el tiempo”.

Por supuesto que los asilos o casas de descanso no son para todos. Así lo reconoce la directora de la Casa Ave Fénix, Marisol Uviña: 

“Si yo te digo a ti la palabra asilo, culturalmente nos suena fuerte.

Nos choca porque de alguna manera relacionas asilo con abandono, con olvido, un lugar feo, triste, y no es así. Tampoco vamos a decir que todos los adultos mayores necesitan estar en un asilo, tampoco, pero es como todo: hay un lugar para cada necesidad”. 

Además, reconoce que la sociedad debe prepararse para atender a sus adultos mayores y, hasta ahora, no se ve que haga mucho para educar a la sociedad a cómo tratarlos, sobre todo cuando ya presentan enfermedades cognitivas como la demencia: 

“Puede haber una familia de verdad con buena voluntad para cuidar a su adulto mayor, pero no tiene los conocimientos:

no sabes cómo moverlo, bañarlo, cómo tratar una demencia, y muchas veces la mayoría de la familia queda quemada; no es por mala voluntad, es que no tienen el conocimiento”.

  • Ante este panorama, la necesidad de casas de descanso o asilos es grande y va en aumento, por lo que urge. 

Pero no solo eso, también es urgente que la autoridad cuente con un órgano o consejo que se encargue no sólo de crear y vigilar la aplicación de políticas públicas y reglamentos en esta materia para proteger a personas de la tercera edad, sino que acompañe, codo a codo, los casos de violencia, abuso y abandono en contra de los ancianos. 

Porque recuerda lo que decían nuestros abuelos:

Como te ves, ellos se vieron; como los ves, así te verás.


Rocío López Fonseca