Poncitlán: Esperanza contra el daño renal | Parte II: Alimentación sana y constante, la clave

El equipo de investigadores de la Universidad de Guadalajara logró revertir el daño renal que varios menores de las comunidades de Agua Caliente y Chalpicote presentaban, el truco se escondía en una buena alimentación.



Guadalajara, Jalisco.

Según dijo Hipócrates 370 años Antes de Cristo, “para conocer la enfermedad es necesario estudiar al hombre en su estado normal, y en relación con el medio en que vive, e investigar al mismo tiempo las causas que han perturbado el equilibrio entre el hombre y el medio en el que vive”. 

Y justo así lo hizo el equipo de 16 investigadores de la Universidad de Guadalajara en las comunidades de Agua Caliente y Chalpicote, en el municipio de Poncitlán, para saber la causa de que esta región fuera la número uno con enfermos renales del mundo. 

Hace más de siete años llegaron los especialistas de la Universidad de Guadalajara a esta región para tratar de entender lo que pasaba y poder encontrar una solución. Los enfermos se contaban por decenas; sin embargo, no fue fácil, ya que era una comunidad cerrada. Simplemente no permitía opinar a “fuereños”, ni entrometerse. 

Mientras eso ocurría, la muerte de niños era severa, por lo que al final decidieron abrirse y colaborar. 

Uno de los primeros en abrirles las puertas fue el director de la Telesecundaria Adolfo López Mateos de Agua Caliente, Ricardo Ortiz Vázquez, y así cuenta cómo sus adolescentes han cambiado para bien desde que comenzó este proyecto, ya que no solo enfermaban, sino que incluso este daño renal afectó su área neurocognitiva; es decir, la forma en la que aprenden: 

“Siempre ha sido evidente el cansancio que manifiestan y pereza por el aprendizaje como consecuencia de una alimentación deficiente, y aparte si tienen esa enfermedad es mucho más evidente que les cueste trabajo aprender”.

¿Te acuerdas que te dije que encontraron a niños y adolescentes con altos niveles de desnutrición?

Pues eso se agudizó porque hace seis años tenían las escuelas de tiempo completo y entonces les daban de comer en el plantel, pero el Gobierno federal canceló el programa y eso los dejó en el abandono: 

“Aquí en el 2014-2015 tuvimos escuela de tiempo completo. Fue una alimentación extraordinaria, lo que nunca habían comido; es decir, desayuno y comida. Carne de los cuatro tipos: cerdo, res, pollo y embutidos, fue muy vasta la alimentación, verduras de todas, era una alimentación muy equilibrada en ese entonces, desafortunadamente el programa de tiempo completo se terminó y hoy volvemos a los estándares de alimentación que ellos han utilizado siempre”.

  • Ahora, gracias a la coordinación entre los investigadores de la Universidad de Guadalajara, funcionarios de la Secretaría de Salud y del DIF estatal, se entregan despensas orgánicas cada semana a los familiares de los niños que están en el programa, para tratar de erradicar el daño renal, además de que construyeron dos comedores: uno en el kinder y otro en la primaria. 

Felipe Lozano Kasten, investigador de Salud Pública del CUCS, explica cómo han logrado revertir el daño renal en las infancias de Agua Caliente y Chalpicote: 

“Decidimos generar toda una escuela de nutrición a través de nutricionistas y generar escuelas construyendo cocinas dentro de las escuelas. Un proceso largo".

"Ahí comenzamos a hacer una escuela para nutrir y una cooperativa para producir alimentos, que los niños comieran adecuado a ellos y empezamos a notar que disminuye el daño renal a través de los meses, la lesión renal con las proteínas medidas, y empezamos a notar que disminuían poco a poco”. 

Y aunque actualmente los DIF estatal y municipal entregan despensas a las familias de niños en el protocolo, la Secretaría de Salud revisa dietas con un nutriólogo y la de Educación los deja entrar a las escuelas.

Aún falta que el Gobierno del Estado invierta en un comedor para la Telesecundaria Adolfo López Mateos de Agua Caliente. 

Habla su director, Ricardo Ortiz Vázquez: 

“(Necesitamos que) se promoviera un comedor ya estable, que el comedor funcionara. Se ha implementado un comedor en preescolar, en la primaria y aquí todavía no se instala como debe de ser, pero sí se tiende a que ese comedor funcione, nada más falta el subsidio del Gobierno o de las partes involucradas o interesadas en apoyar la nutrición de aquí de la escuela”.

Entonces, la pregunta a las autoridades educativas, de asistencia social y de salud es:

¿No sale más barato alimentar de manera adecuada a la infancia y adolescencia de estas comunidades, en lugar de dejar que por pobreza, ignorancia y contaminación ambiental enfermen de sus riñones? 

Mañana te cuento cómo ha trabajado también la comunidad para producir sus propios alimentos sin pesticidas, que aunque es un camino lento y a veces difícil, es necesario para reducir los problemas renales en los más vulnerables. 


Rocío López Fonseca