Poncitlán: Esperanza contra el daño renal | Parte I: Trabajo en equipo logra revertir la enfermedad

Un equipo de especialistas multidisciplinarios, encabezado por la Universidad de Guadalajara, han logrado salvar los riñones de varios menores residentes de la Ribera del Lago de Chapala que se han visto afectados por la contaminación y el uso de pesticidas.



Guadalajara, Jalisco.

¿Qué hacemos en la ciudad si los problemas ya están aquí? ¿Qué hacemos en las aulas de las universidades si los problemas están en la comunidad?

Poncitlán: Esperanza contra el daño renal | Parte I: Trabajo en equipo logra revertir la enfermedad

Esas son las preguntas que se hizo hace más de siete años Felipe Lozano Kasten, coordinador del Proyecto de Atención de Daño Renal Infantil en las localidades de Agua Caliente y Chalpicote, en Poncitlán. Justo en la Ribera del Lago de Chapala.

La contaminación del lago y el uso de pesticidas para la siembra de chayote, el principal alimento que se consume y comercializa, son factores de riesgo para que cada vez más niñas, niños y adolescentes sufran daño renal. Hasta hace no mucho, este era un diagnóstico de muerte.

Sin embargo, gracias a un equipo integrado por profesionales especializados en diversas ramas, y que encabeza la Universidad de Guadalajara desde hace más de siete años, el daño renal en 550 niñas, niños y adolescentes logró revertirse. Sólo en dos de esos casos la enfermedad persiste. 

Sí, así como lo oyes. El trabajo de los especialistas logró salvar los riñones de estas infancias, quienes por cierto necesitan también de un compromiso mayor por parte de las autoridades estatales.

Pero vamos por partes.

El profesor investigador del departamento de Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Felipe Lozano Kasten, explica cómo realizaron esta hazaña que, por cierto, ya fue publicada en revistas científicas internacionales:

"Platicamos con la población, vimos muchos casos de personas jóvenes con enfermedad renal no diabéticas, no hipertensas".

"Empezamos a estudiar a 550 niños promedio, 600, dependiendo cuántos iban a la escuela ese día y durante seis años cada seis meses empezamos a hacer una serie de estudios albuminuria en orina y vimos que el 50 por ciento de los niños tenía albuminuria, principalmente los niños de kinder y primaria".

El proyecto se planteó desde un enfoque de salud pública y ambiental. La meta era encontrar la causa, el origen de este daño renal:

"Decidimos estudiar cuál podría ser la causa porque luego tenemos un pensamiento causal y ver si había una sola causa o era multicausal o multifactorial y empezamos a estudiar el agua, los peces, la tierra, los alimentos… todo lo que está alrededor.

"Porque pensamos que lo que está alrededor yo no lo tengo; entonces puede que no me afecte; entonces lo que tengo adentro si me va a afectar; entonces empezamos a buscar metales pesados en la sangre de los niños, la orina… en fin, hasta el cabello".

Y el hallazgo fue que los niños presentaban una grave desnutrición y sí tenían presencia de pesticidas, sobre todo en niños que trabajan en su propia comunidad en la siembra, cuidado y cosecha de chayote. 

Habla Saily Moreno Bernal, estudiante de la maestría de Salud y Medio Ambiente y médico general:

“Yo me puse a trabajar con niños que trabajan en las huertas de chayotes o de vecinos que a veces es un trabajo remunerado para ellos. ¿Por qué quise trabajar con ellos? Porque utilizan pesticidas, los utilizan ellos mismos o los utilizan los adultos y están en presencia de ellos y quería relacionar la presencia de pesticidas con el daño renal".

"Tuve una lista de 36 alumnos que asumieron voluntariamente su papel como trabajadores de estas huertas, de los cuales obtuve consentimiento informado de 22 de entre 12 a 15 años, alumnos de segundo y tercer grado de secundaria”.  

¿Y qué fue lo que encontraron al estudiar a estos niños? 

“Muchos factores de riesgo como es el lavado de manos deficiente, la ropa que utilizan, no utilizan medios de protección para ponerle el líquido, como ellos le llaman al pesticida, y además incluimos la percepción que tienen los alumnos a la hora de utilizar el líquido; es decir, de los 22 alumnos 11 han tenido signos y síntomas de intoxicación aguda.

"¿Cómo cuales? Dolor de cabeza, ardor en los ojos, ardor en la piel… quiere decir que han estado expuestos y, además del daño renal que puedan tener por los pesticidas, signos y síntomas de intoxicación aguda”. 

  • Gracias a esta intervención se logró lo impensable: en estos niños trabajadores se revirtió el daño renal. Sin embargo, la presencia de pesticidas continúa, ya que en esas huertas de chayote en las que trabajan, no hay medidas de protección. 

Y otro de los hallazgos que permitió este estudio no sólo implica pesticidas; también hay desnutrición.

Pero de eso te platico en la siguiente entrega. 


Rocío López Fonseca