Olvido y muerte, sello de la carretera federal 80
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Autlán de Navarro, Jal. 

Olvido de la carretera federal 80 impacta en la economía de Jalisco

Desde su inauguración en 1960, la carretera Federal 80 fue concebida como una arteria vital para conectar Jalisco con la costa, facilitando el acceso directo desde Guadalajara sin salir del estado. Este proyecto, parte de la carretera Tampico-Barra de Navidad, prometió impulsar el comercio y el turismo, beneficiando a comunidades a lo largo de su ruta. Sin embargo, el tiempo ha transformado esta promesa en un símbolo de abandono.

El deterioro continuo de la carretera Federal 80 ha estrangulado el desarrollo económico de regiones como Autlán, donde la falta de una infraestructura vial adecuada ha limitado el acceso a mercados más grandes y repelido nuevas inversiones. Autlán, como centro regional distante y difícilmente accesible, ha sufrido un estancamiento notable.

El desmoronamiento de la carretera federal 80, arteria principal para los municipios de las regiones Costa Sur y Sierra de Amula, ha generado serias repercusiones económicas y sociales. Usuarios frecuentes y transportistas han manifestado su preocupación por el deterioro continuo de esta vía, que sólo en los primeros 6 meses de 2024 cobró 10 vidas.

La situación actual de la carretera federal 80 también impacta de manera especial a los transportistas, quienes enfrentan costos adicionales debido a constantes reparaciones y retrasos en los tiempos de entrega. Califican su estado como intransitable, con numerosos baches y áreas dañadas. Señalan que es más seguro y viable transitar por caminos de terracería que por la “brecha federal 80”, como la llaman.Habla Héctor Cárdenas, transportista:

"El estado de la carretera federal 80 está pésimo. De cualquier lado de Guadalajara a donde quiera moverse está terriblemente acabada. No es que sean unos (baches) leves. No, son señores baches. Si usted ve desde Guadalajara, verá todos los carros descompuestos de llantas, rines y de todo a bordo de la carretera. Ahorita, por las aguas que tapan los hoyos, todos caen en ellos".

  • Olvido y muerte| Parte 1 Olvido de la carretera federal 80 impacta en la economía de Jalisco

El colapso de la carretera federal 80 no es nuevo, pero con las lluvias la situación se agudiza. Los tiempos de viaje aumentan de una a tres horas debido a las malas condiciones de la vía. Año tras año se enfrenta el mismo problema que las autoridades buscan resolver aplicando aceite con tierra para cubrir los baches que con cualquier lluvia se lavan.

Estos arreglos temporales, presentados como inversiones millonarias, no han logrado una solución duradera; esta carretera sigue siendo un problema constante, afectando a todos los que la transitan, coincidieron los transportistas Irineo y Héctor:

"En este viaje pasado se nos jodió una llanta nueva y eso ya es pérdida. De por sí no le queda al transporte. Preferimos darle la vuelta por Colima, aunque gastemos más, para no pasar por aquí debido a lo pésimo que está”.

P. ¿Cuánto cuesta una llanta?

R. "Pues depende. Tenemos distintos precios de llantas. Desde 4,000 hasta 15,000 pesos una llanta. Un tractocamión lleva 10 llantas, pero hay otros que llevan hasta 22. El problema no es solo de llantas; también es de muelles y otras partes del camión que se dañan. Ahora mismo voy a cambiar los muelles por lo mismo".

P. ¿Cuánto se va a gastar?

R. "Pues vamos a ver, vamos a encargar las piezas en Guadalajara para que salga más barato. Esto implica tener el camión detenido, porque está parado mientras se hacen las reparaciones”.

La carretera Federal 80 es un campo minado de baches que representan un peligro constante para sus usuarios. Estos peligros se agravan durante el temporal, cuando los baches se llenan de agua y se vuelven invisibles, aumentando el riesgo de accidentes graves.

Esquivar un bache para caer en tres, las trampas de la carretera federal 80

Los baches han convertido a la carretera federal 80 en un campo minado; el peligro es constante pues se suman los derrumbes, curvas peligrosas y caminos estrechos que afectan la seguridad y economía de todos quienes transitan por esta vía. Al ingresar al municipio de Autlán, es evidente el deterioro de esta carretera de jurisdicción federal.

Porque más allá de las llantas ponchadas, esquivar un bache implica caer en tres o hasta salirse de la carretera, afirma Diego, quien circula diariamente por esta vía:

"Pues ahora, a partir de las lluvias es lo que ha hecho muchos pozos. Nos hemos ponchado y casi nos salimos de la carretera, pero ahí estamos batallándole".

P. Dicen que le sacan a un bache y caen en tres

R. Y sí: la verdad, sí.

P. Además de poncharse, ¿qué otra repercusión tiene en el día a día? Porque tengo entendido que ustedes trabajan con un horario que deben cumplir, ¿cómo les afecta el estado de la carretera?

R. Pues sí, llegamos más tarde a veces a los domicilios, a las tiendas, y al trabajo. Al regresar, el tráfico se hace lento porque en lo que pasan unos, otros andan haciendo una cosa u otra, y sí, se retrasa.

P. ¿Cuánto tiempo lleva notando este deterioro de la carretera?

R. Pues ya casi todo el tiempo, la mayoría, siempre está así."

Carlos, quien transita semanalmente por la carretera Federal 80, destaca que el tramo Mezquitán–Autlán es el que se encuentra en las peores condiciones. El deterioro ha ido en aumento, con baches cada vez más profundos. Esta, según su experiencia, es la vía de Jalisco más deteriorada.

  • Olvido y muerte| Parte 2: Esquivar un bache para caer en tres: trampas de la carretera federal 80

El abandono y deterioro de la carretera Federal 80 no solo aumenta los costos de mantenimiento vehicular, sino que también pone en riesgo la seguridad de quienes la transitan. Las personas que viajan a Guadalajara en busca de servicios de salud y los proveedores de bienes y servicios enfrentan retrasos significativos.

Y por si esto fuera poco, además del desgaste excesivo de partes y los tiempos de entrega prolongados, los transportistas deben lidiar con la corrupción y la inseguridad.

Descuidan carretera, deja varados a transportistas... ¡y los multan!

Mientras el deterioro de la carretera Federal 80 sigue sin preocupar al Gobierno de la República, los transportistas y usuarios locales continúan padeciendo las consecuencias de una vía clave para el comercio, pero que se encuentra en condiciones lamentables.

La situación no es sólo crítica por las repercusiones económicas, los riesgos de traslado y el gasto excesivo en reparaciones. Lo peor es que, en lugar de recibir soluciones efectivas, los transportistas son multados cuando sus vehículos se quedan varados debido al pésimo estado de la carretera.

Esto aumenta la indignación y el descontento entre ellos, pues además de torear los baches, hacer frente a los altos costos que implica el caer en un bache y los peligros naturales de la carretera, también tienen que lidiar con la imperante corrupción y la creciente inseguridad, tal como señala Irineo, transportista.

"No podemos circular ya como es. Luego aparte no puede uno pararse cuando está lloviendo y está la carretera pésima, por las robaderas también, o sea, no se le halla por ningún lado ni por otro. Entonces, ahí anda uno a vuelta de rueda. Ves que la gente se molesta, pero no podemos darles velocidad a los carros y quedarse tirado, entonces no, no es justo. Eso es lo que el Gobierno debería de ver, porque le prometen a uno cuando quieren el voto y todo apoyarlos, y a la hora de que ve uno que no hacen nada, lo vuelven a callar otra vez con una playera o algo, una cachucha, ya lo compran a uno y eso no está bien. Ah, porque Jalisco recibe, o sea, tiene muchas entradas de dinero para no reparar baches y, aparte, el Gobierno quiere que le paguemos cuota por transportar. ¿De dónde? No le queda al transporte".

Ante la falta de acciones por parte de las autoridades competentes, transportistas como Héctor e Irineo se conforman con que al menos “parchen” la carretera, y retan a los funcionarios que andan en autopistas y en la ciudad a circular esta vía “a ver si hacen milagros” y llegan a su destino.

"En cuanto a la ampliación o modificación de la carretera, no, no la hagan. Con que nos la arreglen estamos bien. Ampliación, no. Si no pueden arreglar las que hay ahora, ¿para qué ampliarla? ¿Para que haya más hoyos? Mejor que nos arreglen la que ya tenemos. No queremos ampliación. Para nosotros, como transportistas con tantos años circulando por esta carretera, está bien como está; solo queremos que la arreglen".

Que nos hagan caso, les dice uno que las carreteras no sirven. Que vengan ellos a pasar en un carrito chico, así como andan allá en la ciudad por la autopista, que vengan y que pasen por aquí para ver si llegan a su destino. Uno no hace milagros, pero ahí anda uno toreando la carretera o sacándole a que te salga un carro chico y se te meta entre los ejes. No hay necesidad de eso. Supuestamente pagamos un impuesto y todo, no queremos un carreterón pintado; que remienden lo que está afectado, nada más".

  • Olvido y muerte| Parte 3: Descuidan carretera, deja varados a transportistas... ¡y los multan!

Aunque hay otras voces del gremio más críticas, que señalan que esta carretera no solo está deteriorada, sino que ha quedado muy por debajo de las necesidades actuales de la región, la cual ha crecido y, hoy por hoy, demanda una reestructuración completa.

La Carretera Federal 80: un vestigio del pasado que urge modernizar

Con más de 60 años de antigüedad, la carretera federal 80 necesita más que simples remiendos. Su estructura y diseño ya no cumplen con las necesidades actuales de la región y del transporte moderno, así que para impulsar el desarrollo económico y garantizar la seguridad de los usuarios, los transportistas coinciden en que es imperativo que las autoridades tomen medidas serias y efectivas para su completa modernización.

Rosendo, un transportista veterano, nos ofrece una perspectiva histórica sobre la carretera Federal 80. Según su relato, esta carretera nunca ha recibido el mantenimiento adecuado y nunca ha servido. La vía de enlace fue concebida hace más de 60 años, en una época en la que los camiones de transporte pesaban apenas 10 toneladas.

Hoy, las unidades de carga pueden pesar hasta 20 toneladas o más, lo que demanda una infraestructura mucho más robusta y ancha para soportar el tráfico pesado moderno. Y aunque el transporte federal prohíbe que circulen ciertos remolques, la necesidad de trasladar los productos desde y hacia la costa obliga a los transportistas a circular con estos remolques. 

  • La Carretera Federal 80 | Parte 4: un vestigio del pasado que urge modernizar

 "Si tú sales con la velocidad permitida, los carros vibran mucho, y más los tráilers. No tiene cinco meses, tiene cinco meses desde que llovió para acá, pero la carretera nunca ha servido. Algunos transportistas se conforman con que al menos la parchen, como dicen: 'pues si no hacen nada, pues con algo nos conformamos, ¿verdad?' Pero aquí se necesita una restauración completa de la carretera, porque es una carretera que tiene más de 60 años.

Hace 60 años, los camiones de ese tiempo eran de 10 toneladas, eran camiones de un solo eje. Ahorita son camiones de carga, transportes que le dicen 'torton', de 15, 18 o 20 toneladas, y luego los tráilers. Hace 60 años, no había tráilers; era puro camión 'rabón', como le decían. Entonces, se necesitan carreteras para ese tipo de transporte que tenemos ahora, para los tráilers de tres ejes de 40 pies. Ocupamos carreteras más anchas.

El transporte federal exige y prohíbe que ciertos remolques no entren, como los de 53 pies que está prohibido que entren aquí, pero la necesidad hace que los transportistas de todos modos entren porque tienen que sacar la mercancía de aquí, de Chuatlán o de la costa. Y hablando de la cumbre, la que va rumbo a Melaque, esa también es una carretera de 60 años o más".

"Son carreteras ya muy viejas que necesitan ampliación para que vayan acorde con el transporte de hoy, que ya son camiones más grandes"

El geógrafo e investigador Hirineo Martínez Barragán aporta una visión teórica sobre la importancia de la carretera y su impacto en el desarrollo regional.

Sostiene que la carretera federal 80 fue la primera que comunicaba a la costa sin salir del estado desde Guadalajara. Se concibió como la carretera Tampico-Barra de Navidad, cruzando el territorio nacional y conectando pueblos importantes.

Sin embargo, el mal estado actual de esta vialidad ha contribuido significativamente al rezago económico de la región. Autlán es una de las capitales regionales más distantes y menos accesibles a Guadalajara, lo que ha propiciado una especie de rezago industrial.

Autlán, afirma el experto, es una región rica, pero no ha tenido un desarrollo industrial significativo debido a las condiciones de la carretera.

Concluye que las carreteras estatales en la región, como la de San Gabriel, están en mejores condiciones que la Federal 80, lo que subraya la falta de atención que han recibido estas importantes vías de comunicación por parte del Gobierno federal.

Olvido de carreteras federales lleva al sótano económico a Autlán

La carretera federal 80, concebida para conectar el interior del estado con la costa, se encuentra en un estado de deterioro alarmante, afectando gravemente el desarrollo económico de la región.

El geógrafo e investigador de la Universidad de Guadalajara, Hirineo Martínez Barragán, abordó las implicaciones geográficas y económicas del descuido de esta importante vía de comunicación.

Según detalla, esta carretera es ahora una de las menos transitables en el Estado. Y lo es porque está llena de baches y con un diseño que ya no cumple con las demandas del transporte moderno. Autlán, una región con potencial agrícola significativo, se ve impedida de desarrollar una infraestructura industrial robusta debido a su mala conectividad.

  • Olvido y muerte| Parte 5: Olvido de carreteras federales lleva al sótano económico a Autlán

La teoría geográfica de la renta de la ubicación, mencionada por el doctor Martínez, destaca cómo la proximidad y la accesibilidad a mercados, mano de obra y recursos son cruciales para el desarrollo económico. Y en este contexto, Autlán tiene una "renta de ubicación baja" debido a sus deficientes conexiones viales.

A pesar de sus recursos naturales y su capacidad productiva, la región de Autlán sigue siendo una de las más rezagadas en términos industriales.

"Si bien Autlán es un emporio agrícola, no podemos hablar de que esto haya remolcado procesos de desarrollo tecnológico o industrial. Tenemos el ingenio, tenemos otras pequeñas industrias, pero nada más. Y eso tiene que ver con las condiciones de la carretera. La gente de la Costa, pues le rodea y se va por Manzanillo y Colima, y sale a Guadalajara. Y la gente que sufre esta carretera, pues somos nosotros, desde La Huerta hasta llegar a Cocula".

La mejora de la carretera federal 80 no solo es una cuestión de infraestructura, sino también de equidad y desarrollo regional. El contraste con las carreteras del centro del país es evidente, e incluso hay regiones de Jalisco en donde las vías de cuota y las libres se encuentran en mejores condiciones.

Así, el tiempo perdido en trayectos largos y difíciles tiene un costo significativo para los ciudadanos. El viaje de Autlán a Guadalajara, que debería tomar alrededor de tres horas, ahora es de más de cuatro. Y así, Martínez Barragán se cuestiona cuánto vale el tiempo de los ciudadanos de esta región.

 "Cada uno de los que transitamos por esa carretera estamos invirtiendo una hora más. ¿Cuánto vale una hora más de todos esos que transitamos? Eso lo estamos pagando nosotros, cuando el gobierno federal debería estar atendiendo primero lo que ya existe. Yo por ahí leía: 'es que tenemos el Tren Maya', sí, pero no puedes descuidar este tipo de cosas, ¿no? ¿Por qué se descuidan estas situaciones? Se pone en riesgo. ¿No calculaste bien? ¿No proyectaste bien? ¿No planificaste bien para entrar en estos proyectos? Pero la verdad es que, al final, quienes estamos pagando esto no solo en tiempo, insisto, también en reparación de nuestros vehículos y en riesgo."

En conclusión, expertos y transportistas sostienen que la olvidada carretera federal 80 requiere de una intervención a fondo. Afirman que no se trata sólo de reparar los baches, sino de considerar una renovación completa que incluya la ampliación de carriles y la rectificación de curvas peligrosas.

Las carreteras, además, deben ser diseñadas para soportar el transporte de carga pesada, especialmente considerando el tráfico de vehículos de doble remolque, que actualmente representan un riesgo adicional debido a la estrechez y las curvas cerradas de la vía.

Eso, y las vidas que ha cobrado el olvido de la Federación en esta estratégica vía de enlace, obligan a cambiar la perspectiva y escalar de inmediato su atención en la lista de prioridades, concluyó el académico. 


Antonio Díaz