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Los Ángeles, Estados Unidos.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, recibió el 10 de enero su sentencia por falsificar los registros de su negocio para ocultar un pago para silenciar una relación con la actriz de películas para adultos Stormy Daniels.
Trump fue declarado culpable de 34 cargos los cuales podían acarrear varios años de prisión y miles de dólares en multas. Sin embargo, el juez de Manhattan Juan Merchán dictó una sentencia de "libertad incondicional".
Pero, ¿Qué es la “libertad incondicional”?
Una condena de "libertad incondicional" significa que el sentenciado no enfrentará cárcel, multas, servicio comunitario, ni libertad condicional.
Este tipo de sentencias es poco común en casos de condenas por delitos graves. Sin embargo, el juez explicó que las protecciones legales asociadas al cargo de presidente de Estados Unidos limitaron su capacidad para imponer una pena más severa.
Las considerables, de hecho, extraordinarias protecciones legales que ofrece el cargo de jefe del ejecutivo es un factor que prevalece sobre todos los demás.
El juez no dejó de señalar que Trump será el primer presidente en asumir el cargo con una condena penal en su historial.
No reducen la gravedad del delito ni justifican en modo alguno su comisión. Las protecciones son, sin embargo, un mandato legal que, de conformidad con el estado de derecho, este tribunal debe respetar y seguir.
Sin embargo, a pesar de la extraordinaria amplitud de esas protecciones, un poder que no otorgan es el de borrar el veredicto de un jurado.
A pesar de la sentencia de "libertad incondicional," Trump aún podría enfrentar algunas consecuencias. En ciertos estados, tener antecedentes penales puede significar la pérdida de derechos como votar o poseer armas de fuego.
Por su parte, Trump se declaró inocente y ha prometido apelar la decisión. Aunque logró evitar un castigo directo, su condena conlleva implicaciones tanto históricas como personales.
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