Con frustración, la presidenta del DIF en Guadalajara, Laura Patricia Hernández Gómez, relató la experiencia que hizo que se perdieran 2.8 millones de pesos para que el municipio instalara un albergue para migrantes en la ciudad.

Ahora la historia se puede repetir, pues vecinos se oponen a la posible llegada del comedor del FM4 Paso Libre a la misma zona.

El argumento por el que el Ayuntamiento perdió ese proyecto a principios de año se resume en una línea: vecinos y regidores decidieron desde el egoísmo.

La historia inició el año pasado, el Ayuntamiento tapatío tuvo en sus manos la liberación de un predio para que se construyera una casa del migrante en las confluencias de las avenidas Niños Héroes e Inglaterra. Sin embargo, la oposición de los vecinos se aglutinó en tres argumentos: falta de seguridad, disminución de la plusvalía de sus casas y una mentalidad clasista que pedía que el albergue fuera enviado a zonas populares o marginadas de la ciudad.

De ahí la preocupación de la presidenta del DIF, ante la incertidumbre que han comenzado a manifestar los vecinos de la colonia Arcos y Jardines del Bosque. Desde su punto de vista, hace falta involucrar más a los colonos y a la comunidad universitaria de la zona, para que vean el albergue como una oportunidad de mejorar los servicios, como la seguridad, la recolección de basura y la participación ciudadana.