Huertos urbanos una medicina natural Parte I: Leyes contra la autonomía

Imagina que todas y todos pudiéramos sembrar y consumir nuestra propia comida. Que cualquier lugar de nuestra ciudad pudiera ser intervenido y, de él, cualquier persona pueda llenar su estómago. ¿Increíble, no?



Guadalajara, Jalisco. 

Imagina que todas y todos pudiéramos sembrar y consumir nuestra propia comida. Que cualquier lugar de nuestra ciudad pudiera ser intervenido y, de él, cualquier persona pueda llenar su estómago. ¿Increíble, no?

Pues ese es uno de los objetivos de la Red Agroecológica Urbana en la Zona Metropolitana de Guadalajara, que está conformada por 60 colectivos y cuyo objetivo final es la soberanía alimentaria.

¿Te lo explico más fácil? Alimento libre de químicos y con la entera certeza de dónde proviene.

Pero, desde junio de 2023, la diputada del partido Movimiento Ciudadano, Alejandra Giadans Valenzuela, ha impulsado una iniciativa de Ley de Huertos Urbanos, Escolares y de los Jardines Polinizadores.

El problema es que dicha iniciativa es considerada una apuesta para privatizar la tierra y controlar la producción y distribución del alimento orgánico.

O al menos así lo ven los colectivos ciudadanos.

¿Qué dice está ley?

Claudio Figueroa, integrante del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, y quien acompaña los procesos de huertos comunitarios en Jalisco, refiere que parte de los argumentos de ésta se basan en la agenda 2030; por ejemplo, hambre cero y producción y consumo responsable. Sin embargo, también ha llamado la atención de los colectivos por estas razones:

“Cuando leemos los argumentos estamos de acuerdo. Donde nos empieza a brincar la preocupación es cuando empiezan a hablar de sanciones para quienes no se acomoden a esta ley porque empiezan a decir una serie de maneras en las que hay que organizarse cuando siempre las organizaciones son autónomas y espontáneas”. 

Para dejarlo más claro: la ley dice dónde sí y dónde no se puede sembrar.

Desde hace cuatro meses que se hizo pública esta iniciativa, los colectivos de huertos urbanos de la Red Agroecológica Urbana externaron su inconformidad frente al Congreso de Jalisco y en diferentes espacios, como lo hizo el Colectivo Coamil Federalismo el pasado 29 de septiembre en el Día Nacional del Maíz. Melina Gil, integrante del colectivo, comparte:

“Esta iniciativa (de ley) impacta múltiples derechos humanos y persigue fines empresariales y comerciales. Establece que la cultura urbana y periurbana tienen como único objetivo la productividad, excluyendo su función política, social y cultural.

Bajo esa visión se abre el riesgo para que proyectos particulares, rentables o productivos desplacen los espacios de siembra comunitaria”.

La Ley de Huertos Urbanos que impulsa la diputada Giadans reconoce cuatro tipos:

  • Familiares
  • Comunitarios
  • Empresariales 
  • Y didácticos o escolares, mismos que el gobierno pretende inspeccionar en cuanto entre en vigor la ley.

Lo peor es que quienes trabajan la tierra no fueron incluidos en la elaboración de esta ley.

Claudio Figueroa menciona que se han solicitado mesas de trabajo en donde se les incluya.

“Actualmente quienes diseñaron esa ley son todas instancias gubernamentales, no hay participación ciudadana. Entonces ahí decimos, si las compañeras que tienen 20 años trabajando en el huerto, que, claro, pueden aportar muchísimo,

y se tomará en cuenta la experiencia que ya hay en Jalisco, sería un paso importante para la definición de estas leyes”.

Mayra Fregoso, nutrióloga y colaboradora en algunos de estos colectivos, describe que la red de productores agroecológicos va en contra de los objetivos de la agroindustria, que  busca homologar el alimento en el mercado.

“Sigue habiendo esa resistencia de regular, controlar y  encasillar una variedad de alimento y una distribución en específico (...) El productor que tenía yo a una cuadra de mi casa, ahora tal vez venga de otro lado, se reduce las opciones de que se tenga alimentos cercanos, y ahora tiene que ser exportación, tienen que estar regulados. Realmente ha sido un mecanismo que se ha mantenido por parte de la industria,

entonces la estrategia de los huertos urbanos y las producciones de alimentos más locales viene a ser erradicada por la ley”.

De nuevo, te explico: si la ley pasa como está, los productores que distribuyen sus semillas y productos, aunque éstos sean orgánicos, también serán regulados y, en caso de incumplir con los lineamientos, recibirán una sanción.

  • Desde el 5 de septiembre, la Red Agroecológica Urbana solicitó al Congreso de Jalisco la creación de mesas de trabajo; hasta hoy no han tenido respuesta.

Pero esto no es todo. Mañana te cuento quiénes son los que iniciaron los huertos en la ciudad, quienes buscan que la comida que llegue a tu casa sea de toda confianza.


María Ramírez Blanco