Guadalajara, Jalisco.

Desde hace 20 años no se actualiza el Plan de Manejo del Bosque la Primavera, situación que deja vulnerable al bosque ante los intereses de privados que buscan construir en la zona, dos eventos recientes se registraron en julio del 2022: la tala de 70 árboles y la construcción de la barda perimental en la Zona Recuperación Ambiental en el Cerro el Tajo.

El académico del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO, Oscar Castro, refirió que dicho plan no responde a las necesidades actuales del bosque, es decir, está obsoleto debido a que no se especifica los usos de suelo lo que provoca que suelo reciba fuertes impactos.

“Creo que con la evidencia que tenemos con respecto a como no se respeta los usos, la problemática de los incendios hablan de que el plan de manejo está rebazado, si un plan no considera las presiones no le da una cabal salida”.

Por lo que ve necesario actualizar el programa para medir el impacto que se ha tenido desde el 2002 y crear acciones para proteger el bosque.

Por su parte para el académico también del ITESO, Francisco Alcocer puntualizó que los instrumento de protección que tiene el bosque parece no ser los suficientes, ya que en teoría tendría que evitar la tala de los 70 árboles y la construcción de las 26 viviendas proyectadas en la Zona de Recuperación Ambiental en el Cerro el Tajo en Bugambilias; sin embargo, basta un amparo para que los inmobiliarias hagan lo que quieran.

“Son ciertas zonas que tiene niveles de protección en terminos estatales y municipales pero lo que estamos viendo es que no están realmente blindados o la cadena de protección que pasa por muchos funcionarios o dependencias se rompe”.

Y destacaron la falta de inspectores en Jalisco para protege las zonas con altos valores ecosistemicos para la entidad, como lo es el Bosque la Primavera.

Hugo de Alba, especialista en servicios ambientales del ITESO, descató que el bajo costo de los 330 pesos por cada árbol que cobró el Gobierno de Zapopan a la Inmobiliaria Premium SA de CV para la tala de las 70 árboles con más de 50 años, deja claro que servicios privilegian las autoridades: desarollo en lugar de la protección de los recursos y servicios ecosistemicos.