El negocio de la cantera | Cuotas y padrinos: la clave para crecer en el fútbol



Guadalajara, Jalisco. 

Amir: “Ser como Cristiano Ronaldo” 

Naasón: “Jugar en el América y en el Real Madrid”  

Al igual Amir Velázquez y Naasón de la Cruz Bernal, miles de niños y jóvenes en Jalisco sueñan con ser como sus ídolos del futbol y jugar en los mejores equipos. Aspiran a ser profesionales del balompié… pero la realidad es que muy pocos logran cumplir esa meta.

En Jalisco hay 10 mil jóvenes inscritos en las diferentes categorías de la Asociación de Fútbol Amateur. Sus edades oscilan desde los 9 hasta los 20 años, y todos ellos buscan cumplir con su sueño de llegar a la Primera División.

Imagen ilustrativa. Foto de Kampus Production: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-gente-campo-colegio-8941609/

Jalisco es el Estado que más jugadores aporta a las ligas profesionales. En Liga MX son alrededor de 50 en los diferentes equipos. En Liga femenil son 80 las jugadoras de la entidad en cada campaña. Y en Liga de Expansión, 90, sin dejar atrás a la Liga Tercera División Profesional y la Liga Premier, donde la Entidad también es mayoría en el número jugadores. 

Pero el camino para las jóvenes promesas del balompié no es sencillo, pues sólo un grupo selecto llega al máximo circuito. 

¿Cuáles son las trabas?

Primero están los extranjeros que vienen a nuestro país a buscar una oportunidad y que son admitidos desde la Liga Premier, luego están los hijos de futbolistas que tienen ventaja sobre el resto y, por último, los “padrinos”. 

Aunque hay algo más: las cuotas por jugar y avanzar.

Desde hace mucho tiempo, existe una práctica perversa que aleja a miles de potenciales “Cristianos Ronaldos” de las canchas: los cobros para ser parte de un equipo profesional. 

Javier González es un ejemplo de ello. Tras militar en el equipo Cocula, de la Tercera División, decidió dar el salto a la Liga Premier con el Club Oro, pero para su sorpresa, en 2008 le pidieron 40 mil pesos para formar parte de este conjunto jalisciense. Ante este lamentable hecho, decidió dejar el futbol a sus 17 años y comenzar a practicar otro deporte.

"Me dijeron que iba a volver a surgir el Oro; entonces que iba a ser Segunda División y que iba a pelear por el ascenso a Primera. Yo tenía como 16 años cuando fuimos a hacer pruebas, pasamos el primer filtro y empezamos a ir al club de la UdeG con partidos de pretemporada y, tras cuatro meses de estar entrenando, fueron recortando la platilla. Y ya cuando iba a ser el registro, se hizo una junta con los directivos y nos dijeron:

‘Queremos comprar los derechos del Estadio Jalisco para volver a jugar ahí’. Entonces se nos pidió una ‘cooperación’, por llamarlo así, de los derechos del Estadio Jalisco y se nos pidió una cantidad de 40 mil pesos a cada jugador. Te estoy hablando que éramos 26 de la plantilla y ya en segunda. Era para que me pagaran y no para yo pagar. Hubo gente que sí lo pagó y se quedaron; yo me desanimé del futbol y mejor me metí al americano".

Según los estatutos de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), las edades formativas van desde los 12 hasta los 21 años, periodo en el que muchos prospectos son tentados por promotores o “representantes”, quienes se acercan a los adolescentes que consideran con más habilidad para el futbol y se aprovechan de sus sueños, sus aspiraciones y, sobre todo, de su corta edad para tratar de manejarlos y sacar ventaja de sus contratos.

 Uno de estos casos es Raúl Trelles, quien con su amplia experiencia en conjuntos, tanto de la Liga TDP como de la Liga Premier, en 2010 decidió aprovechar una oportunidad para mostrar su talento en las pruebas tradicionales que realizaba la extinta Comisión del Jugador, tanto en Jalisco como en la Ciudad de México, y en estas visorias fue abordado por un promotor que quiso sacar ventaja.

"A un año ya de retirado, de que ya no jugué profesional ni entrenaba, me llegó un correo de la Comisión del Jugador invitándome a unas pruebas, en la cuales iban a estar todos los jugadores con carnet profesional, porque querían reactivar fuerzas básicas.

Fuimos al Tec de Monterrey, de mil nos quedamos 100 y todos los que pasaron nos fuimos al Centro de Alto Rendimiento de la Ciudad de México, y ahí había muchos entrenadores, muchos promotores, muchos directores de Fuerzas Básicas… un mundo de gente para verte. Se me acercó un promotor, no recuerdo el nombre de la emoción. Me ofreció ir al León, no sé si tenía algo que ver con la institución. Estoy yo ahí con mi papá y me ofrece ir a León.

Después de un año de estar en el olvido, estaba en Liga de Ascenso. Hablamos de contrato y me comenta: ´Te voy a armar un buen contrato que es de 60 a 70 mil pesos al mes’, pero ahí es donde empieza todo. Me dice: ‘Vamos a iniciar 50-50, pero si quieres jugar nos vamos un 70-30’, y en el instante le dije: ‘No, así no me interesa, porque el que va a jugar y el que va a entrenar voy a ser yo, y el que va a ganar vas a ser tú’. Vio la negativa y no me dio las gracias, sólo se fue".

Ante estas situaciones, que no sólo se presentan en México, sino en todo el mundo, la FIFA modificó sus estatutos para representantes de futbolistas, y a partir de octubre de este año no podrán ejercer su profesión si no cuentan con una licencia. Además, deberán reducir el porcentaje de negociación a sólo 6% del costo total de la transferencia.

El sistema de cobros en las categorías menores en México no sólo es de los clubes o de los promotores, también es de algunos entrenadores que, ante los salarios que van de 10 mil a 25 mil pesos en liga TDP o Liga Primer, optan por sacar un monto extra a costa de los futbolistas.

FOTO ILUSTRATIVA ARCHIVO UDGTV

El tema es grave y es alimentado por ambas partes. El destacado entrenador de fuerzas básicas y estratega en dos ocasiones de la Selección Mexicana Sub 20, Juan Carlos “La Pájara” Chávez, aseguró que estuvo tentado en muchas ocasiones, con dinero de los padres de familia, para que sus hijos avanzaran de categoría o tuvieran más minutos en el campo. Él nunca aceptó.

"Creo que hay tentaciones: depende de ti aceptarlas, o no. Hay muchos chavos en formación que se te pueden acercar, algún padre a ofrecerte algo. También creo que, dependiendo de tu necesidad, aceptarás o no. Es tentador, no lo puedes negar, pero tienes que mantenerte firme y profesional, porque si no las cosas no funcionan.

Lo que sí es claro es que, si eres medio honesto, tarde que temprano las cosas salen a relucir y te das cuenta. Yo creo que hay que trabajar honestamente. El club te paga un sueldo para que hagas bien tu trabajo y, por consecuencia, entregarle un buen producto al club, al jugador que estas formando. Yo tuve algunas tentaciones que afortunadamente no me hicieron dudar. Yo dije: ‘No, muchas gracias’”.

Cada eslabón en esta cadena de corrupción puede frenar sueños como los de Naasón o Amir. 

Foto de Pixabay: https://www.pexels.com/es-es/foto/primer-plano-de-adolescente-256657/

José Luis “El Güero” Real estuvo al frente del área de Fuerzas Básicas en Atlas, Chivas y Toluca. Aseguró que, a su llegada con los Diablos, en 2016, fue enterado de cobros ilegales por parte de entrenadores. De hecho, la directiva le pidió expulsar de inmediato de la institución a quienes identificara en esas prácticas.

“Ante mí, ningún padre vino a decirme: ‘El entrenador fulano recibe dinero’. Esto en Guadalajara, porque en Toluca sí me di cuenta. Me tocó llegar en una etapa complicada donde era una realidad: había entrenadores que cobraban a los jugadores, que a mí no me constó, pero que la misma directiva me dijo: ‘Aquí está pasando esto. Si tú te das cuenta que hay alguien así: afuera’, pero no hubo necesidad porque cuando llegué ya la misma directiva había tomado medidas y dejó fuera a muchos entrenadores que estaban cumpliendo de mala manera lo que era su obligación”.

Todas estas trabas han frustrado el crecimiento de miles. 

En las ligas más pequeñas hay cerca de seis mil 500 jugadores, y en los 18 equipos de las categorías menores de la Liga MX hay cerca de dos mil. Pues los que llegan a la máxima división son sólo 50. Es decir, ni el 1 por ciento.

La triste realidad que muestran estas cifras es que, en el mundo del futbol, el talento queda en segundo término cuando de padrinazgos, parentescos o cuotas se trata. Y el sueño de convertirse en el próximo Messi o Ronaldo es cada vez más difícil de alcanzar para niños como Amir o Naasón.

Entonces, ¿todos ganan o todos pierden en el futbol?

Lo invito a que no se pierda la segunda entrega de este trabajo especial, donde le diré cuántos ingresos percibe la Federación Mexicana de Futbol por las categorías formativas de Tercera División y Liga Premier.


Jesús Alejandro Sánchez Navarro