Guadalajara, Jalisco.
En Jalisco, para algunas mamás los festejos del 10 de mayo han cambiado por búsquedas interminables de sus hijos e hijas desaparecidas.
En un Estado con más de 16 mil personas en esta condición, hay madres que viven de otra manera este día: con un duelo abierto. Han dejado las celebraciones para suplir un trabajo institucional que sólo les ha demostrado ineficiencias y omisiones. Sus vidas dieron un giro de un día para otro y estas son sus historias.
“Es mi única hija, como ahora para el 10 de mayo ¿qué festeja uno? Mi vida cambió un 100 por ciento. Mi vida sigue igual, pero ahora con la prioridad de buscarla, pues ya no es lo mismo porque ya no oyes la misma música, voy para algún lado a otro y ay a acá venía mi hija, a mi hija le gustaba comer esto, hacer esto”.
Alejandra busca a su hija Jessica, desaparecida hace cuatro años, el día en que se visibilizan más las violencias contra las mujeres y se recuerda la lucha para lograr espacios seguros: el 8 de marzo.
Fotografía: Fátima Aguilar
Ese día, a Jessica no se le pudo garantizar eso. Salió a trabajar, pero ya no regresó. Es una madre soltera que dejó tres hijos, quienes hoy están a cargo de su abuela.
La prioridad de Alejandra ha sido la búsqueda de su hija de 32 años durante este tiempo. Comenzó por su cuenta el primer mes de la desaparición sin tener pistas de ella, pero después de decidirse a presentar su denuncia, nada cambió. Le mantuvieron pérdida su carpeta de investigación por años, no conoce avances y los cambios de ministerios públicos son una constante.
“Cuando me dijeron qué número de carpeta era, la busqué con ese número cuando cayó de Chapala a El Salto, ya venía con otro número de carpeta, entonces no la podíamos hallar hasta que la señora Lupita Aguilar me hizo el favor de investigar, hasta que me dieron el número de carpeta con la que estaba. Me tardé dos años en encontrarla, y ahorita no hay avances de nada. Estamos esperando que la señora Lupita me va a conseguir una cita con el MP porque me han cambiado, en cuatro años, como unas siete veces de MP”.
Sus días se han convertido en suplir las carencias y el trabajo institucional que le corresponde al Gobierno estatal, pues desde la desaparición de Jessica ni siquiera tiene la certeza que la Fiscalía Estatal la hubiera salido a buscar.
“Yo me he ido a buscarla, me he ido en búsqueda de campo con las compañeras, a escarbar, a buscar entre la basura, hemos ido a pegar volantes, pero pues a mis posibilidades, con tres niños sola y con la búsqueda pues es bien difícil “.
Dedicada a cuidar a sus hijos, a ser ama de casa, divertida, fan de Jenny Rivera y espléndida con ella, así es como Alejandra recuerda a su hija, de quien desde hace cuatro años espera una llamada para llevarla a comer por su cumpleaños.
“Me habló y me dijo que no me viniera para su casa porque ella iba a trabajar y me dijo: ‘Madre, el sábado almorzamos juntas, te festejo tu cumpleaños’. Yo le dije que no gastara y me dijo: ‘Ahorita voy a ir por un dinero y unos papeles a la Capilla, pero en cuanto me desocupe te marco’, y hasta ahorita no me ha marcado. No sé nada de ella”.
"Dice mi niño, el más grande, se perdió mi mamá y se me acabó el aliento de cantar como la Jenny”.