Guadalajara, Jalisco
Se ha abierto la discusión en el Congreso de la Unión para generar las leyes forestales que saquen del empantanamiento a un sector que no aporta ni siquiera medio punto porcentual del producto interno bruto nacional, cuando el potencial de 65 millones de hectáreas forestales del país es enorme. Javier Magaña Cárdenas, uno delos silvicultores exitosos del sur de Jalisco, advirtió que si no hay negocio no habrá conservación.
El viverista subrayó que el gobierno no puede hacer la tarea de los propios productores. Pero el sector está invadido de oportunistas e improvisados.
La nueva ley busca reducir las sobrerregulaciones. Se ha estimado que se deben completar hasta 50 trámites y casi un año para lograr un permiso forestal en regla, lo que dificulta cualquier negocio.
La gran oportunidad es el potencial como país maderero que se detonaría. Naciones mucho más pequeñas y menos diversas, como Suecia y Finlandia, tienen en sus bosques el motor de su economía. México tiene todo un camino para lograrlo, pero el premio es considerablemente superior.