Guadalajara, Jalisco.
El proyecto "Tiempo de quemas", de la pintora tapatía Ana Luisa Rébora, estaba programado para inaugurarse el 30 de agosto en el Centro Cultural González Gallo de Chapala.
Sin embargo, la exposición no se llevará a cabo después de que la artista y la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ) no lograron acuerdos en torno a las condiciones de la muestra.
El 7 de agosto, Rébora informó a través de un comunicado que desistía de participar en la exhibición. Explicó que inicialmente aceptó la invitación de la directora del recinto, Gabriela Serrano, para presentar piezas de barro bruñido, gráfica y obra de caballete.
No obstante, señaló que la Secretaría de Cultura realizó cambios en fechas y número de piezas sin consultarla, lo que generó su primera renuncia en junio.
Aunque en semanas posteriores retomó el proyecto con la expectativa de abrirlo a finales de agosto, la artista decidió cancelarlo definitivamente cuando se le notificó que las piezas en barro —que dieron origen al concepto de la muestra— no serían incluidas.
Describió el proceso como “desgastante” y afirmó que la dependencia careció de sensibilidad hacia el trabajo artístico, además de que no cumplió con compromisos de visitar su estudio y conocer directamente las obras.
Por su parte, la Secretaría de Cultura de Jalisco y la Dirección de Museos, Exposiciones y Galerías (MEG) publicaron su versión de los hechos.
En ella reiteraron su reconocimiento a la trayectoria de la creadora, quien cuenta con más de cuatro décadas de producción plástica y en 2022 expuso en el Museo Raúl Anguiano con apoyo de funcionarios que hoy forman parte de la SCJ.
Sobre la propuesta actual, la dependencia aseguró que fue aceptada en abril y que por razones de seguridad del espacio se sugirió inicialmente limitar la muestra a obras bidimensionales.
Tras expresar su desacuerdo, Rébora se reunió en junio con el director del MEG, y en esa conversación se acordó replantear la curaduría para incluir también piezas tridimensionales.
De acuerdo con la dependencia, se asignó un nuevo curador que visitó el estudio de la artista el 4 de agosto. Dos días después, se le envió una propuesta actualizada que ya contemplaba la inclusión de obras tridimensionales, tal como había solicitado.
Sin embargo, minutos antes de recibir esta información, la Secretaría fue notificada de la cancelación definitiva por parte de la artista.
Para Rébora, el retiro de sus piezas en barro fue el punto decisivo para no continuar, mientras que la SCJ afirma que se atendió esa petición en la nueva propuesta enviada días antes.
- Ambas posturas coinciden en que existieron varias modificaciones al proyecto y reuniones para intentar resolverlas, pero difieren en la versión final sobre los alcances de la curaduría y los motivos que derivaron en la cancelación.