Guadalajara, Jalisco 

El Auditorio Telmex se transformó en una fiesta de reguetón y emociones intensas con la presentación de Maluma en Guadalajara. Ante un recinto lleno, el artista colombiano reafirmó su conexión con el público tapatío en un concierto que combinó energía, sensualidad y momentos de vulnerabilidad.

La noche comenzó con un video introductorio que generó expectativa. Mientras su banda ejecutaba una pieza instrumental, una cámara siguió al cantante recorriendo los pasillos del recinto, al estilo de un boxeador antes de subir al ring.

Entre gritos y aplausos, Maluma apareció finalmente sobre el escenario, vistiendo una larga gabardina blanca y lentes oscuros, desatando la euforia colectiva.

El arranque estuvo marcado por “Borro Cassette”, tema que consolidó su popularidad en México. Poco después, el colombiano dio la bienvenida a Guadalajara.

Con “El perdedor” dejó atrás el abrigo inicial para mostrarse en un estilo más relajado con jeans y blazer, mientras el público —en su mayoría femenino— coreaba y pedía que se quitara aún más prendas.

La primera parte del espectáculo incluyó canciones como “Obsesión”, “Miss Independiente” y “Carnaval”, que mantuvieron a la audiencia de pie. Con una sonrisa permanente, Maluma recorrió cada rincón del escenario acompañado por un cuerpo de baile de una decena de mujeres, quienes reforzaban la carga visual y rítmica del show.

El tono cambió con “Marinero” y “Vente Pa’ Acá”, piezas que dieron paso a un repunte de intensidad con “Corazón”, “Chantaje” y la polémica “4 Babys”, una de las interpretaciones más celebradas de la noche.

En medio del espectáculo, el artista tomó una pausa para compartir con sinceridad su sentir. Recordó que Guadalajara marcaba el fin  de su gira por México, la cual incluyó paradas en Ciudad de México, Baja California y Monterrey.

Agradeció el apoyo constante de la ciudad, a la que, según dijo, siempre regresa con entusiasmo porque “el público tapatío nunca deja de sorprenderlo”.

• Maluma también abrió un espacio de reflexión, admitiendo que, pese al éxito, ha atravesado momentos difíciles relacionados con la ansiedad y la depresión. Invitó a los asistentes a encontrar en el concierto un respiro frente a los problemas cotidianos. “Estas dos horas son para sanar y sentirse bien”, expresó con la voz entrecortada, arrancando aplausos y ovaciones.

Con lágrimas en los ojos y empapado en sudor, el colombiano recalcó que la fuerza que recibe de su público lo impulsa a seguir adelante. El Auditorio respondió con gritos de apoyo, confirmando la estrecha relación que el cantante mantiene con sus seguidores.

Foto: Héctor Navarro