BADBADNOTGOOD convierte el Cavaret en un viaje musical hipnótico
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Guadalajara, Jalisco.

La noche del miércoles, el Teatro Estudio Cavaret se convirtió en un espacio suspendido entre atmósferas sonoras y visuales oníricas. Bajo una luz tenue y proyecciones que evocaban la textura del celuloide, el trío canadiense BADBADNOTGOOD tomó el escenario y ofreció un concierto que fue más una experiencia sensorial que una simple presentación en vivo.

Pasaban apenas unos minutos de las 21:00 horas cuando Leland Whitty (saxofón), Chester Hansen (bajo) y Alexander Sowinski (batería) se instalaron frente a su público tapatío, en un juego escénico que combinaba luces cálidas y proyecciones en gran formato, alineadas a la perfección con los ritmos envolventes que tejían en tiempo real.

Con “Eyes on Me”, “Take Me With You” y “Weird and Wonderful”, los músicos marcaron la pauta de la velada: un vaivén de improvisación controlada, precisión técnica y sensibilidad emocional. Fue entonces que, tras las primeras piezas, uno de los músicos tomó el micrófono y lanzó un entusiasta:

“¿Cómo están, Guadalajara?”, arrancando aplausos inmediatos del público.

A lo largo del concierto, la agrupación presentó temas de su más reciente álbum Mid Spiral, lanzado en 2023, un proyecto dividido en tres movimientos emocionales —caos, orden y crecimiento— que refleja una etapa evolutiva tanto en sonido como en concepto para el ensamble.

Este disco no sólo explora la esencia del jazz instrumental, sino que la expande al integrar una gama rica de géneros y colaboraciones.

“El resultado es un viaje musical que conecta con el público de manera única”, se leía entre las líneas melódicas que tejía el trío.

Y así lo sintieron los asistentes, que permanecieron en un trance constante provocado por los cambios de ritmo, las capas sonoras y las imágenes proyectadas, que hacían sentir que se atravesaban autopistas, bosques y amaneceres al compás del jazz contemporáneo.

La conexión con el público fue inmediata y constante. En más de una ocasión, la banda agradeció la energía del recinto con un español casi perfecto. “Muchas gracias por venir. Estamos muy felices de estar aquí”, dijo uno de los músicos, entre sonrisas y aplausos.

En el setlist desfilaron también piezas como “Confessions”, “Your Soul and Mine” y “Setima Regra”, cada una acompañada de visuales que respondían al ritmo como si fueran latidos.

  • Las imágenes, lejos de ser un mero fondo decorativo, se volvieron una extensión del sonido: edificios que se disolvían, mares que respiraban, luces que palpitaban como ecos del saxofón.

El último bloque de la noche incluyó temas como “Lavender”, “Last Laugh”, “White Light” y cerró con “Conquistadores”, una elección final que dejó al público vibrando con la intensidad acumulada de una hora y media de interpretación sin fisuras.

“Era como ver pasar la vida musicalizada por ellos”, comentó un asistente al salir del recinto, todavía envuelto en la atmósfera etérea que dejaron a su paso.

Aunque no hubo encore, el grupo prometió regresar pronto. Por lo pronto, su siguiente parada será el 12 de abril en el Auditorio BB de la Ciudad de México, donde seguramente replicarán esta misma magia que convirtió al Teatro Estudio Cavaret en una suerte de cápsula temporal suspendida entre el jazz y la contemplación.


Héctor Navarro