Guadalajara, Jalisco.

¿Habías escuchado que una cerveza te ayuda a producir más leche cuando estás lactando a tu bebé? esto es FALSO, y tampoco es verdad que una copa no es ninguna si estás embarazada o amamantando a tu bebé, advierte la directora general de la Fundación de Investigaciones Sociales A.C., FISAC, Jessica Paredes Durán: 

“Es completamente un mito, consumir bebidas alcohólicas en cualquier categoría es una bebida con alcohol y por lo cual no va a producir leche. Hay quienes llegan a decir que es la cebada o el agua, será el agua,

pero no una bebida con alcohol, entonces tenemos que hidratarnos completamente y no relacionarla con una bebida con alcohol y la cebada será de forma independiente, la venden en pastillitas, entonces cero consumo de alcohol durante la lactancia”. 

Foto de Maria Fernanda: https://www.pexels.com/es-es/foto/blanco-y-negro-amor-retrato-nino-17898538/

Lo que realmente ayuda para producir leche es una adecuada hidratación: 

“la buena hidratación, la buena succión del bebé, la estimulación y obviamente acomodarme al bebé para que sea más sencilla la estimulación”.

La especialista detalla que el alcohol cambia el sabor de la leche materna, por lo que el bebé menos comerá, además puede provocar letargo, retraso psicomotor y hasta menor rendimiento cognitivo en el bebé: 

“se afecta con la lactogénesis, es decir, mi producción de leche, dos cuando la leche lleva alcohol claro que voy a tener afectaciones en el bebé por ejemplo uno es la disminución de la oxitocina que hace que la succión del bebé sea más difícil,

esto estimula la succión del bebé entonces provoca que el bebé consuma menos leche de la esperada y otro punto importante es que si la leche llega al bebé puede alterar sobre todo su sueño y si este consumo es prolongado puede llegar a tener afectaciones en el aprendizaje”. 

• Los bebés prematuros o con afecciones médicas complejas pueden verse más afectados por el alcohol consumido a través de la leche materna. Por lo que reiteró que de ninguna manera se debe beber durante el embarazo ni en la lactancia.