Urge romper con los estereotipos de género, resalta experta mexicana
Xinhua/Xu Rui




   México.

En el México indígena, el género y el principio femenino no eran categorías secundarias ni subordinadas, sino parte esencial de una concepción del mundo basada en la dualidad y el equilibrio, dijo a Xinhua la destacada curadora mexicana, Karina Romero Blanco.

   La especialista e integrante de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNMyE) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), consideró que el valor de las mujeres no debería medirse comparándolas con los hombres, sino apreciar sus capacidades y contribuciones sin restringirlas a roles específicos, dejando atrás los estereotipos de género para reconocer su valía intrínseca. 

"Es entender que el valor de la mujer no se basa en compararse en las actividades que se consideran masculinas, sino también en valorar las actividades que uno hace",

dijo la experta desde el emblemático Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México, recinto diseñado para conservar y exhibir colecciones arqueológicas y etnográficas de los pueblos de Mesoamérica, el entorno perfecto para reflexionar sobre el papel de la mujer indígena, tanto en el pasado como en el presente. 

   En entrevista con Xinhua, en el contexto del Año de la Mujer Indígena en México, la curadora recordó que a lo largo de los siglos, las indígenas han sido pilares clave en la construcción del tejido social y cultural del país, dejando una huella significativa y duradera.

   Subrayó que, pese a las "desigualdades y diversos desafíos sociales" aún presentes, han sobresalido gracias a sus contribuciones, vinculadas estrechamente con su invaluable legado histórico y cultural. 

   Desde la sala etnográfica de textiles, la curadora destacó la importancia de reconocer no solo los conocimientos tradicionales que preservan las comunidades indígenas, como el rol fundamental de las curanderas, sino también la participación destacada de muchas mujeres indígenas modernas como escritoras, deportistas destacadas y profesionales en diversas áreas del saber,

"todo ello manteniendo una conexión profunda con sus raíces culturales".

   Mencionó además que un aspecto crucial compartido por los pueblos originarios desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad es su visión del mundo basada en un balance dinámico entre opuestos complementarios e interdependientes, representando lo masculino y lo femenino como principios esenciales. 

   Romero Blanco, con una amplia trayectoria en la curaduría y proyectos expositivos en México, Europa y Asia, incluido el del pabellón de México en la Exposición Universal de Shanghai 2010, insistió en la importancia de romper con los estereotipos de género y reconocer el valor intrínseco de cada persona sin limitarlas a roles predeterminados.

   La Secretaría de Cultura y el INAH han promovido a lo largo de este año diversas iniciativas y una de ellas es la exposición temporal "La mitad del mundo. La mujer en el México indígena", presentada el pasado 3 de octubre en la Casa de México en Madrid, España y la curaduría está a cargo de Romero, en busca de "honrar a la mujer indígena" y otorgarles el reconocimiento que merecen", subrayó.

   La exposición cuenta con 98 piezas organizadas en cuatro ejes temáticos que exploran la visión mesoamericana centrada en lo femenino. Se abordan temas como la representación del cuerpo, los roles atribuidos a las mujeres, su influencia en las jerarquías de poder y la dimensión sagrada vinculada a lo femenino en las culturas indígenas.

Este enfoque invita a reflexionar sobre cómo estas sociedades entendían el equilibrio universal a través de fuerzas opuestas pero complementarias.

   Romero Blanco subrayó que no existe una representación única que abarque a todas las mujeres indígenas mexicanas debido a la diversidad cultural y lingüística, ya que en el país se hablan 68 lenguas con múltiples variantes, por lo que "no resulta posible ni adecuado generalizar o encasillar a todas las mujeres indígenas dentro de una misma perspectiva a través de una exposición".

   Agregó que iniciativas como esta exposición y los foros regionales o globales permiten visibilizar dos aspectos cruciales: por un lado, reflejan las conexiones entre las mujeres prehispánicas y sus culturas ancestrales, reconocidas globalmente por su riqueza cultural e innovación, por el otro establece un vínculo entre estas tradiciones y las prácticas actuales, resaltando a los pueblos indígenas modernos como legítimos guardianes de este inmenso y significativo legado cultural.

"No se trata de algo que solo se va a mencionar o se va a poner en un papel membretado (...) Lo importante es mostrar al mundo la relevancia de la mujer, la vigencia de la mujer indígena y también mostrar que no se trata (solo) de cultura, no se trata de personas que se quedaron congeladas en el tiempo, sino que han preservado los saberes ancestrales, pero también se han adaptado a los nuevos tiempos", explicó.

   Durante la inauguración de la exposición en Casa de México, entre los asistentes se encontraba una mujer del pueblo de Chinantla, perteneciente del sureño estado de Oaxaca, símbolo de identidad indígena.

   Romero Blanco relató que la mujer indígena, que mantiene viva su lengua nativa y cuenta con dos maestrías, "rompió en lágrimas, cargadas de emoción al reconocer y reencontrarse con su cultura", al ver en la muestra un huipil chinanteco (una blusa tejida).

"Esta mujer compartió con nosotros su historia: aprendió a hablar español a los 15 años, actualmente tiene dos maestrías y está trabajando en Madrid en temas administrativos. No obstante, sigue defendiendo orgullosamente su lengua chinanteca (...) Este es solo un ejemplo de una mujer orgullosamente indígena que ha construido su carrera y su vida sin despegarse de sus raíces", destacó Romero.

   Valoró que a esta mujer indígena, quien en su infancia no le dejaban hablar en la mesa por ser mujer, se sienta ahora en la mesa de honor para que hable y explique todo lo que sabe cada vez que regresa a su pueblo.

   La especialista del INAH insistió en que el valor de una mujer no debe basarse en la comparación con los hombres, sino en la apreciación de todas sus capacidades y contribuciones, incluidas las tradicionalmente asociadas con las mujeres.

"Siempre es sano abrir diálogos que permitan plantear problemáticas y también propuestas, y creo que sociedades pretéritas y actuales desde otras perspectivas, otras culturas, también sirven para identificar ciertos elementos que no están tan alejados de sus propias realidades culturales", remarcó.

  •    La magna exposición  "La mitad del mundo. La mujer en el México indígena", se expandirá a tres espacios más el 31 de octubre: el Museo Arqueológico Nacional de España, con 238 piezas sobre la vida cotidiana y el poder femenino; el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, con el ajuar funerario de la "Reina Roja" de Palenque, y el Instituto Cervantes, con la exposición Historias tejidas, centrada en textiles de pueblos originarios.

   Con este recorrido, la exposición resalta la relevancia histórica, cultural y espiritual de las mujeres indígenas de México en más de 30 siglos de historia, concluyó Romero Blanco. 

Por Edna Alcántara