San Sebastián del Oeste, Jalisco.

Las Sierras de San Sebastián del Oeste y Mascota, una de las zonas orográficas más valiosas de Jalisco por su patrimonio natural y cultural, son el eje de un proyecto de reserva voluntaria denominado “Paisaje biocultural”, que al mismo tiempo que conserva escenarios y diversidad biológica, mantiene actividades económicas y fomenta el turismo, lo que ha sido recibido con optimismo por los dueños de sus bosques, que en el pasado se han enfrentado fuertemente con las autoridades federales y estatales en oposición a una reserva de la biosfera que, piensan, cancelaba sus derechos sociales y económicos.

Alejandro Lovera Ruiz, uno de los principales empresarios forestales de la región, destacó que puede ser una conciliación de sus intereses con los gubernamentales.

El dueño de la unidad de manejo ambiental y vida silvestre denominada Potrero de Mulas, que ganó en 2013 el Premio al Mérito Forestal, destacó que existen zonas de esta belleza y relativamente aisladas que son frágiles.

Por eso es necesario garantizar la legalidad, el estado de derecho y sobre todo, la presencia institucional que inhiba la violencia; el infausto recuerdo de los asesinatos de policías, el 6 de abril de 2015, o los narcobloqueos del 1 de mayo que siguió, permanecen.

Si el turismo y los servicios tradicionales, además de la silvicultura, no se desarrollan fuerte en la zona, las amenazas a su conservación crecerían. Alejandro Lovera Ruiz confía en heredar un mundo mejor a su descendencia, que ya toca a la puerta del rancho adquirido por su padre Amado hace más de 60 años. Los desafíos del planeta, asolado por destrucción ambiental y cambio climático,  también se hicieron mayores.