Amerita un diálogo abierto entre diversas disciplinas para regular el transhumanismo y la IA
Fotografía: Comunicación social UdeG




Guadalajara, Jalisco.

El transhumanismo es un movimiento que propone la utilización de la tecnología disponible para trascender los límites de las capacidades humanas normales. Se habla por ejemplo, de que está en desarrollo un riñón artificial que haría innecesarios los trasplantes de ese órgano o el caso de las las extremidades biónicas para personas con alguna discapacidad.

Ante esta realidad, el doctor en Ciencias Biológicas y rector del Centro Universitario de la Costa, Jorge Téllez López, señaló que esto amerita que se defina un marco de normas para evitar abusos.

Incluso, habló de que los derechos humanos deben discutirse ante la posibilidad de que surja una nueva especie que podría llamarse Homus Tecnologicus artificialis.

El científico de la UdeG habló durante el panel “IA, Transhumanismo, Naturaleza y Derechos Humanos”, como parte del 1er Congreso Universitario de Inteligencia Artificial y Transhumanismo.

“Se requiere un marco regulatorio internacional que establezca normas y estándares para el desarrollo y uso de las tecnologías con esta visión: mejorar las condiciones planetarias. Hay toda una corriente de visión de estarnos preparando para ciudades espaciales, o sea ¿el planeta es desechable?”, subrayó.

La doctora en derecho e investigadora de la UNAM, Alma de los Ángeles Ríos Ruiz, puso en el debate los riesgos de la IA, que puede usarse para espiar y vigilar a los disidentes políticos de los gobiernos autoritarios.

“Incluso, puede ser utilizada por gobiernos autoritarios para la vigilancia masiva y la represión de la disidencia, esto, nos plantea serias preocupaciones sobre la privacidad, la libertad de expresión y otros derechos fundamentales.

Por ejemplo, en China, en 2017, el gobierno implantó un sistema veto social que se utiliza para monitorear y evaluar el comportamiento de los ciudadanos, aquellos con puntuaciones bajas pueden enfrentar restricciones  a su libertad de movimiento, acceso a servicios públicos y oportunidades de empleo”, dijo. 

Gabriel Torres Espinoza, director del Sistema Universitario de Radio, Televisión y Cinematografía, también dijo que se hace necesario que se establezca un marco jurídico de derechos humanos destinados a proteger el cerebro y su actividad, a medida que se produzcan avances en neurotecnología, lo que es conocido como “neuroderechos”.

Amerita un diálogo abierto entre diversas disciplinas para regular el transhumanismo y la IA

Fotografía: cortesía

“El estado tiene que proteger el uso de la información de nuestro cerebro si hoy la tecnología va a permitir extraer información de nuestro cerebro. A la luz de esto que estamos discutiendo el transhumanismo, que ha sido perfectamente definido.

También tenemos que avanzar en una legislación sólida, donde podamos tener un control social o al menos un entendimiento social adecuado para ejercer adecuadamente estos neuroderechos”, puntualizó.

  • Los ponentes señalaron que el tema de la IA y el transhumanismo amerita el diálogo abierto y reflexivo de científicos, filósofos, sociólogos, economistas y juristas, como se hizo en la Biblioteca Pública del Estado y en la sede del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) en el 1er Congreso Universitario en la materia, organizado por la UdeG.

Ignacio Pérez Vega