Guadalajara, Jalisco
Los funcionarios municipales y estatales que atienden a mujeres receptoras de violencia están desmotivados, rebasados y son omisos, según el diagnóstico que realizó la académica de la Universidad de Guadalajara, María Eugenia Suárez para buscar su especialización y profesionalización.
En el estudio que se llevó a cabo con base en 71 entrevistas aplicadas en 13 dependencias, se detectó que hay un desconocimiento generalizado de los mandatos institucionales, así como del marco legal y normativo.
La investigadora advirtió que son débiles sus capacidades de análisis de atención y prevención de casos, al mismo tiempo que arrastran creencias erróneas de que los servicios que brindan están dirigidos únicamente a mujeres heterosexuales.
María Eugenia Suárez exhibió que la atención es centralista y niega a las mujeres de zonas rurales el acceso a la justicia. En el proceso no se contempla la rehabilitación de los agresores.
La ubicación de las dependencias encargadas de otorgar el apoyo es inaccesible y su funcionalidad es administrativa, sin la seguridad y cuidado que se requiere.
La presidenta del Instituto Jalisciense de las Mujeres, Erika Loyo aclaró que este diagnóstico es la base para la creación del Sistema de Profesionalización de los involucrados en el Modelo Único de Atención que entró en vigor este año y que estará enfocado a tres perfiles trabajadores sociales, psicólogos y abogados.
Como parte del plan de acción 2017, el instituto también abrirá el primer Centro de Reeducación de Agresores.
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