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Fernando Negrete Pacheco, director general de MediaTelecom, fue el primero en abrir las conferencias de la décimo cuarta edición de TVMorfosis con el tema “¿La nuevas tecnologías aumentan o disminuyen la libertad de expresión y el derecho a la información?”.

Fernando Negrete abrió su panel con la afirmación de que “no existe herramienta más poderosa de transformación social que el internet y las telecomunicaciones.” Llevó más de 100 años conectar más de mil millones de ciudades en el mundo con telefonía fija, pero ha llevado solamente 25 años conectar a más de 7 mil millones de personas en todo el planeta con comunicaciones móviles.

El director de MediaTelecom mencionó que cada mil conexiones a internet generan 80 nuevos empleos. La sociedad se encuentra en un momento disruptivo.

Entre los datos que brindó el ponente a la audiencia, destacó que en América Latina tiene alrededor de 640 millones de personas como población y tiene poco más de 700 millones de dispositivos móviles, sin embargo, solo la mitad de esos dispositivos son usuarios únicos, es decir, la otra mitad posee más de un dispositivo móvil por lo que ese número de personas se encuentran desconectadas y que el gran reto de América Latina es la conectividad y la convergencia.

Según Fernando Negrete, Internet es la más importante herramienta de comunicación entre los individuos, y junto con la banda ancha y la comunicación móvil son los paradigmas que vienen a crear el estado disruptivo en el la sociedad se encuentra actualmente.

Concluyó que el derecho al acceso a las tecnologías de la información es considerado, por muchos países, un derecho fundamental. El primer país en reconocerlo fue Finlandia, hace 10 años,  México por su parte lo reconoció hace 3 años. Cuando este derecho de acceso a las tecnologías de la información se vincula con el Internet, se vuelve un habilitante de otros derechos.

Esto, explicó, pasa por el hecho de que al ser un derecho fundamental comparte sus aptitudes, y se vuelve parte de un corpus, como el derecho a la educación, salud y seguridad. Con esto se debería tener un nuevo modelo de política pública denominada “política digital”.