El mayor reto para la maestra Astrid es mantener la tranquilidad en clase
Foto: Ignacio Pérez Vega




Guadalajara, Jalisco. 

Lo más difícil para una docente de secundaria es que se guarde el orden durante la clase.

Lo más gratificante es que a los alumnos sí les interesa aprender sobre las artes y ella hace su trabajo con gusto.

Esta es la experiencia que compartió la maestra Astrid Carolina González, quien desde hace cuatro años eligió ser maestra de la materia de Artes en la Secundaria mixta número 56, en Guadalajara.

“A mí me gusta mucho trabajar en secundaria, porque son muchachos muy jóvenes que están pasando por la adolescencia, que es una etapa de muchos cambios, están formando su identidad y que necesitan una educación integral y el cambio que he notado es que los muchachos son más despiertos.

Obviamente, por la edad, hay una inquietud natural”, expresó.

Astrid Carolina dijo que su mayor reto es mantener la tranquilidad de los estudiantes, durante la clase, pero logra conservar el orden con técnicas que le han dado resultados.

“Cada vez tienen más inquietudes, pero también está la parte de la tecnología, tienen todo al instante, tienen la recompensa inmediata, entonces, a veces,

tranquilizar un grupo, guardar el orden, es un reto para el maestro. Sin embargo, cada vez ellos tienen más inquietudes y podemos fortalecer esas inquietudes como maestros, como guías. Esa es la parte agobiante de la profesión.

Estás tratando con seres humanos, personas, con adolescentes, entonces, la parte difícil es tratar de tener el orden, pero también darse cuenta que ellos naturalmente son inquietos”, subrayó.

Una de sus mayores satisfacciones es que algunos de sus alumnos que ingresaron ya a la preparatoria, han elegido entrar a la carrera técnica de bellas artes, a partir de los contenidos que ella les enseñó en la secundaria.

“Sí les gusta la materia de artes, porque la materia de artes da pie a muchas manifestaciones.

Lo que les gusta es que pueden ser muy libres, ellos pueden encaminar sus propios aprendizajes, también podemos ver una diversidad de culturas, que los hace apropiarse también de la multiculturalidad y además se sienten más libres de expresarse de cualquier manera. De eso se trata la materia de artes, es un lenguaje de expresión”. 

En el contexto del Día del Maestro, la profesora relató que no ha tenido malas experiencias con padres o madres de familia que le hagan algún reclamo o alguna queja. En todo caso, ella les hizo una petición.

“Yo creo que la petición se las hago yo a los papás y es que en la formación de sus hijos debemos estar bien integrados todos.

La formación es de toda la comunidad, entonces, los papás necesitan –al igual que los maestros, reforzar ciertas áreas, estar al pendiente de sus hijos, de que entreguen sus trabajos y estar también al pendiente emocionalmente de sus hijos,

porque esta es una etapa que los tambalea mucho la adolescencia, de muchos cambios.

Y nada más les pediría a los papás que estén al pendiente, que se muestren amorosos, comprensivos, pero también que pongan disciplina en sus casas”, aseveró. 


Ignacio Pérez Vega