Marchan pepenadores por cierre de Laureles; les ofrecen trabajo en el vertedero inoperante
Fotografía: Iván de León




Guadalajara, Jalisco.

Se cumplió el plazo y el vertedero de Los Laureles cerró sus puertas. No recibirá más basura.

Y ante esa realidad, este lunes más de mil 500 familias marcharon desde la entrada del relleno sanitario en protesta por el cierre que dejaría en el desamparo a los trabajadores de la basura.

La marcha se llevó a cabo por la Carretera Guadalajara-El Salto, hasta tomar la libre a Zapotlanejo.

Hombres, mujeres, incluso de la tercera edad, y niños, caminaron por más de dos horas sin rumbo establecido, dado que pretendían llegar hasta el Palacio de Gobierno en camiones que, dicen, les fueron bloqueados.

Los “pepes”, como se dicen en el gremio, manifiestan vivir al día y este vertedero significa el sustento de sus familias. Una de ellas es Francisca Aguilar, quien a su avanzada edad continúa separando los residuos para su venta y reutilización.

Finalmente, se detuvieron en una gasolinera en la Colonia La Jauja, en Tonalá, para descansar y esperar las indicaciones de su lideresa, Aracely Batres, quien manifestó que esperaba la confirmación de los acuerdos con las autoridades.

Uno de ellos es que el que el vertedero permanecerá cerrado, pero los pepenadores podrán laboral al interior.

Por su parte, el Gobierno del Estado, a través de la Coordinación de Gestión del Territorio, les ofreció las siguientes propuestas, además de que continúen laborando en el vertedero:

  • El Ayuntamiento de Guadalajara se ofreció la entrega de uniformes, mantener una pipa de agua de manera permanente, extinguidores y servicios de enfermería.
  • Se ofreció sumar a entre 70 y 100 personas para ir rotando como pepenadores en el relleno sanitario de Picachos.
  • Encontrar espacios de trabajo formal en programas de gobiernos Municipales y del Estado.
  • Identificar y analizar un espacio apto para construir una planta de transferencia en la zona Oriente, entre los municipios de El Salto y Tonalá.

Por lo pronto, después de 22 años de vida, el vertedero de Los Laureles cerró sus puertas.


Iván De León Meléndrez