Guadalajara, Jalisco.

La delincuencia está en todos lados, y en los últimos años ha aumentado su presencia en la red de una manera alarmante.

Son los ciberataques que, en México, diariamente registran hasta un millón y medio de intentos, entre robo de información a empresas e información sensible a personas y los fraudes financieros como supuestos cargos a tarjetas de crédito o robo de cuentas bancarias, informó el experto en seguridad Luis Miguel Dena Escalera.

Esto se traduce en un promedio de mil intentos de atraco por minuto.

“Uno es cuando yo lanzo un ciberataque por Ransomware: robo tu información y después te pido un rescate. Este es uno de los ataques que se utilizan cuando yo ingreso software malicioso a tu computadora, y otro es cuando mediante tu teléfono te llamo y me estoy identificando como personal de Banamex. Y aquí es donde viene el detalle fino: cuando nosotros no damos ningún tipo de información, los bancos están obligados a responder por ese ataque”.

Por ello, una de las recomendaciones más importantes es no compartir información sensible; es decir, que solamente tú conoces.

Y aunque no se tienen cuantificadas las pérdidas económicas por esta nueva forma de delinquir, el especialista señala que la necesidad por compartir detalles de nuestra vida en redes sociales se ha convertido en una nueva pandemia digital, lo que nos hace más expuestos a ser atacados.

“Cuando no tenemos ese cuidado de esa información, estamos generando la ausencia de prevención, y por consecuencia, una ausencia en la fase de respuesta. Las autoridades, cuando tú has otorgado información de esta naturaleza sensible, están ante un hecho definido como ingeniería social. Hoy, ese proceso todavía no es un delito”

En México, desde 1999 existe la Policía Cibernética, pero poco o nada puede hacer, ya que lamentablemente en el país no existe legislación para esta modalidad de delito, y por consecuencia no existe un solo detenido. Por ello, el experto en ciberseguridad hace estas recomendaciones:

“Compartir aquello que no nos genera rostros. Hay personas que están aprendiendo a que sus hijos no deben de estar en Internet porque pueden ser utilizados para otros propósitos. Hay personas que están aprendiendo a no compartir su ubicación en el instante. Claro, de eso se tratan las redes sociales, de un universo, de un ciberespacio donde compartimos. Yo te diría: aprendamos a no compartir contraseña, aprendamos a no compartir datos sensibles que implican notoriamente la identidad digital”.

Así que la próxima vez que publiques en tus redes sociales, piensa dos veces si esa información te puede hacer vulnerable ante la delincuencia digital.