Puerto Vallarta, Jalisco.
Aparecieron los cuerpos de los jóvenes recién egresados de la carrera en Contaduría Pública del Centro Universitario de la Costa, Ricardo Lobo Torres y Fernando Fabián García Espinoza, respectivamente, ambos de 22 años de edad. Los dos fueron cremados en Chiapas y ayer llegaron sus cenizas a esta ciudad.
Desde la tarde de ayer las cenizas de los jóvenes, se encuentran en la Funeraria San José ubicado en la colonia 5 de Diciembre. Hoy a las 4 de la tarde se les hará una misa en la Iglesia del Refugio.
Los muchachos festejaban su graduación en el estado de Chiapas, por lo que acudieron a la cascada de Misol-Ha en Palenque, donde tuvieron un accidente que provocó fueran arrastrados y desaparecieran el 27 de octubre, una semana después de graduarse.
Ambos muchachos fueron calificados como sobresalientes y alegres por el maestro José Francisco Meza Huitron, quien así los recuerda.
Huitron fue de los varios maestros que acudieron a la funeraria a dar el pésame a la familia, a estar con los muchachos impetuosos a quienes les dio la clase de administración 1 en el primer semestre y administración de recursos humanos en el tercero.
Huitron era el maestro preferido de ese grupo. Lo invitaron a su graduación y a Chiapas pero no pudo asistir por tener clases.
El maestro Miguel Angel Velásquez Ruiz es otro de los docentes del CUCosta que acudió a dar el pésame; a estar en sus últimos minutos con Ricardo y Fabián.
El maestro Miguel Angel Velásquez resaltó la inteligencia de los dos jóvenes. Los recuerda con amor.
La coordinadora de la carrera de Contaduría Pública, Rosa Elizabeth Vargas dijo que hay tristeza en la facultad por este acontecimiento que ha cimbrado a la universidad.
La maestra los recordó como unos chicos muy activos, inquietos y con ganas de conocer al mundo, pero la vida y sus sueños quedaron truncados.
Ayer estos dos jóvenes tuvieron la visita de otros cientos de jóvenes. Algunos estudiantes del CUCosta y de otras universidades llegaban con una flor o un ramo de flores.
Había pesar y dolor. Es su último adiós a sus sueños y alegría por la vida que se esfumó sin esperar a cumplirse los sueños.