La Fiscalía suiza anunció hoy que está investigando al alemán Franz Beckenbauer, gran ídolo del fútbol de su país, y a otros tres ex dirigentes por sospecha de irregularidades en torno al Mundial de Alemania 2006.
Las diligencias penales fueron abiertas el 6 de noviembre de 2015 por cargos de fraude, lavado de dinero, gestión desleal y malversación de fondos, señaló el Ministerio Público en un comunicado emitido en Berna.
Beckenbauer, los ex presidentes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Wolfgang Niersbach y Theo Zwanziger y el ex secretario general de la federación Horst R. Schmidt están siendo investigados en su calidad de miembros de la directiva del comité que organizó la Copa del Mundo de 2006.
Beckenbauer no sólo fue presidente del comité organizador del torneo, sino jefe de la candidatura que logró la adjudicación del Mundial en un polémico proceso frente a Sudáfrica.
La Fiscalía suiza informó que hoy están teniendo lugar registros domiciliarios simultáneos en ocho lugares en cooperación con las autoridades de Austria y Alemania y se están realizando interrogatorios.
Las investigaciones se centran en un pago al Comité Ejecutivo de la FIFA de 6,7 millones de euros por una gala mundialista que nunca se celebró.
La Fiscalía suiza explicó que tomó cartas en el asunto debido a que "ciertos presuntos actos criminales fueron cometidos en Suiza, que al mismo tiempo sería el lugar en el que tuvo lugar el enriquecimiento ilícito".
En octubre de 2015 salió a la luz un sospechoso pago que Beckenbauer y su socio Robert Schwan -con la ayuda de Robert Louis-Dreyfus, entonces presidente de Adidas- realizaron en 2002 a una cuenta de Qatar a nombre del ex miembro de la FIFA Mohamed bin Hammam.
El dinero equivalía a los 6,7 millones que el comité organizador devolvió en 2005 a Louis-Dreyfus y que camufló deliberadamente como una contribución para una gala del Mundial que nunca se celebró.
Alemania fue elegida como sede del torneo en 2000 por el comité ejecutivo de la FIFA, en una elección en la que se impuso 12-11 sobre Sudáfrica.
Fueron decisivos los apoyos europeos y asiáticos, además de la sorpresiva ausencia en la votación del neozelandés Charles Dempsey. El país africano albergaría el primer Mundial en el continente cuatro años después de Alemania.
El dudoso pago también fue investigado por encargo de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) por el despacho internacional de abogados Freshfields, que sin embargo no pudo aclararlo cabalmente. El escándalo costó el puesto a Niersbach en la presidencia de la DFB.
Beckenbauer ha rechazado categóricamente haber obrado de forma ilegal.