Guadalajara, Jalisco.
Un manifestante poco habitual irrumpió en el Congreso del Estado para exigir justicia. Se trata de Plácido Rodríguez Perales.
Esa mañana se plantó en el patio central del Congreso del Estado y comenzó a gritar su historia.
De haber sido presidente municipal en Ahuacatlán, Nayarit y luego profesor de secundaria en Tateposco, le cambió la vida en 2007 cuando lo detuvieron acusado de transportar enervantes.
El insiste en que los delitos fueron fabricados y a pesar de que salió libre y se demostró su inocencia ello, le quitaron su plaza de maestro.
Luego de nueve años trabajando como taxista solo pide que se le regrese su puesto como profesor.
Atribuye su situación a un desquite del ex gobernador panista Emilio González Márquez, por oponerse a la construcción de un complejo habitacional que depredaría área verde.
Hace cinco días le entregaron por parte de la Comisión Estatal Ejecutivo de Atención a Víctimas un dictamen firmado por la asesora de este organismo, Esmeralda Torres Montes, en el que se confirma que le fabricaron delitos y su detención estuvo plagada de irregularidades.
Con estos papeles en mano, el maestro Plácido pide a los diputados que intercedan por el para recuperar su plaza y volver a trabajar.