El 25º Grande, un reto cada vez más complicado para Djokovic
FABRICE COFFRINI / AFP




París, Francia.

La cuestión no es nueva, pero está cada vez más presente en los mentideros tenísticos. Con casi 38 años y luego de varias decepciones, ¿podrá Novak Djokovic conquistar en Roland Garros (25 de mayo-8 de junio) un 25º Grand Slam?

Eliminado en su debut en Montecarlo y Madrid, ausente en Roma: la temporada sobre tierra batida del actual N.6 del mundo ha reavivado las dudas luego de sus eliminaciones precoces en el ATP 500 de Doha en febrero y en el Masters 1000 de Indian Wells en marzo.

Invitado de última hora por los organizadores del ATP 250 de Ginebra, que comenzó el domingo, el campeón olímpico dispone en la ciudad relojera de una última ocasión de ponerse a punto para Roland Garros, en lugar donde se hizo con el oro en los Juegos Olímpicos de París.

Visiblemente molesto en la conferencia de prensa luego de su derrota en Montecarlo, el serbio se mostró más filosófico y locuaz en Madrid.

"Es una nueva realidad para mí, tratar de ganar un partido o dos, sin pensar más allá", reconoció el que fuese N.1 del mundo durante 428 semanas, un récord.

"Nueva realidad"

"Es una sensación completamente diferente de lo que he podido vivir durante más de 20 años. Es una suerte de reto para mí", explicó 'Djoko', que ha ido perdiendo enemigos en los últimos años (Roger Federer y Rafa Nadal).

Cuarto miembro del 'Big 4' que dominó el circuito masculino en el inicio del siglo XXI, el escocés Andy Murray dejó recientemente de ser entrenador de Djokovic, luego de apenas seis meses de colaboración.

Ese dúo logró alcanzar las semifinales en el Abierto de Australia (abandono por lesión) y la final del Masters 1000 de Miami (derrota contra el checo Jakub Mensik).

Pero el contador de Novak Djokovic sigue bloqueado en 24 títulos del Grand Slam, los mismos que la australiana Margaret Court.

Su último 'Grande' se remonta al US Open de 2023.

El 25º Grande, un reto cada vez más complicado para Djokovic

FABRICE COFFRINI / AFP

Mermado físicamente

Djokovic "se agota", opinaba en marzo la exjugadora francesa Catherine Tanvier. "Su intensidad no es lo bastante alta para los dos mejores del mundo", Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, añadió a la AFP la antigua integrante del Top 20.

Operación de la rodilla derecha en junio de 2024, desgarro en el muslo izquierdo durante el último Abierto de Australia, infección ocular en Miami: en los últimos meses el serbio acumula problemas físicos.

"Trato de encontrar un buen equilibrio entre mi carrera profesional y mi vida privada (...), motivarme para seguir, no sólo para disputar torneos sino para entrenar en el día a día. Sin duda alguna, se ha convertido en algo más difícil que anteriormente en mi carrera", reconoció Djokovic a comienzos de abril en Montecarlo.

"Evidentemente, cuando empiezas a jugar peor, a caer eliminado rápidamente, surgen las dudas, pequeñas voces interiores te llevan a dudar, a preguntarte si debes continuar o parar", confesó.

"Más abierto que nunca"

Su final en Wimbledon en 2024 y su título olímpico, logrado unas semanas después de su operación de rodilla, recordaron lo arriesgado de realizar un pronóstico sobre el declive definitivo del tercer jugador más laureado de la historia (detrás de Jimmy Connors y Federer).

Sin Nadal, retirado, y con un Djokovic que es una incógnita, Roland Garros estará "más abierto que nunca", decía en abril Richard Gasquet, pero citando al serbio entre los "favoritos" del torneo en el que se despedirá el veterano tenista francés.

"Estoy convencido de que si su objetivo fuera disputar los próximos Juegos Olímpicos" en 2028, "sería capaz de hacerlo!", insistió la semana pasada el N.2 del mundo Carlos Alcaraz.

  • Después de Roland-Garros, Djokovic reencontrará otras superficies en las que se siente más cómodo: la hierba de Wimbledon a comienzos de julio y las pistas duras del US Open a finales del verano boreal.