Buenos Aires, Argentina 

Economistas y banqueros pronosticaron para 2017 un crecimiento gradual en América Latina aunque sujeto a grandes riesgos relacionados con la incertidumbre mundial, en la asamblea anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) este martes en Buenos Aires.

Juan Manuel Ruiz, directivo del BBVA, afirmó que ve en la región "datos positivos pero riesgos significativos".

"El comercio está tomando un poco más de dinamismo en los últimos trimestres, pero el crecimiento es lento", dijo en la asamblea de dos días que cierra este martes.

Entre las mayores incertidumbres mundiales los banqueros citaron los "riesgos elevados" en el proceso de Brexit en Europa y el resultado de las elecciones este martes en Estados Unidos.

Según Ruiz, a nivel mundial "en el segundo semestre de este año hubo un crecimiento de alrededor del 3%, en 2017 se espera un 3,2%, crecimiento razonable pero más bajo de lo que hubiéramos esperado para una economía mundial que sale de una crisis como la del 2008".

El directivo del BBVA señaló que en América Latina hay "señales positivas", aunque pronosticó un crecimiento "gradual y lento comparado con las economías desarrolladas".

"Estamos viendo los primeros signos de un punto de inflexión en la región. Tras cuatro años de desaceleración continuada, a partir del 2017 veremos un crecimiento del 1,5%, y en 2018 del 2%", vaticinó.

Estimó que "en términos de tasas de crecimiento las que veremos en Perú y Argentina son las mayores de la región", mientras Brasil da señales "de recuperación".

Javier Finkman, del HSBC, puso la lupa sobre la evolución en dólares de los salarios en América Latina y la erosión en el poder adquisitivo por efecto de la inflación.

"Los salarios en dólares en la región aumentaron mucho, en Argentina y Uruguay más del doble, pero cuando se los mira deflactados por el índice de precios de alimentos, los salarios no subieron, y en muchos casos cayeron en los últimos 10 años", alertó.

Según Finkman, esto llevó a la necesidad de poner en marcha políticas sociales "que llevaron a aumentos estructurales del gasto público".

En relación a Argentina Finkman destacó que el principal problema de su economía es poner en caja a la inflación, que según estimaciones privadas supera el 40%, y salir de la recesión.

"La recesión es más fuerte de lo que habíamos anticipado, lo cual plantea desafíos que la política tiene que manejar", dijo.