¿Cómo reacciona nuestro cuerpo al estrés?
Fotografía: Diana Barajas




Guadalajara, Jalisco.

Imagina que estás caminando en el parque Metropolitano, Agua azul o en los Colomos, de repente ves a un león a 20 metros de distancia. El león comienza a correr hacia ti. En una milésima de segundo tu cerebro recibe una señal de alerta porque puedes ver al león, olerlo y escucharlo; se activa lo que se conoce como respuesta al estrés.

Está respuesta al estrés activará muchos sistemas en tu cerebro y cuerpo; tu ritmo cardíaco, la presión sanguínea y el nivel de azúcar, aumentan. Todo esto solo por activar esta respuesta que también afecta a nivel cerebral, detonando miedo y ansiedad.

“Tu cognición, memoria, locomoción, atención y apetito cambiarán, casi cada sistema, incluido el reproductivo. La última cosa en la que pensarás es en sexo pero esto te permitirá sobrevivir a este reto”, explicó el neurobiólogo israelí, Alon Chen en la conferencia, La respuesta del cerebro al estrés: la clave es el balance, que se llevó a cabo en la Feria Internacional del Libro (FIL).

Alon Chen es el actual presidente del Instituto Bisman, en Israel. Y desde 2013 dirige el laboratorio de neuropsiquiatría experimental neurogenética del comportamiento.

En el caso del león y cualquier situación estresante, el científico asegura que todos los sistemas de tu cuerpo y mente están al límite. Están fuera de balance lo que afectará tu comportamiento, te sentirás ansioso y angustiado.

El estrés es una respuesta normal ante situaciones preocupantes o frustrantes y aunque pareciera que nuestro organismo está a punto de colapsar, en realidad es todo lo contrario, ya que esta respuesta es un instinto de supervivencia.

Pero, ¿qué pasa si nos damos cuenta que el león que corría hacia nosotros en realidad es nuestro amigo disfrazado de león?, es decir, que la situación por la que nos provocó estrés ya pasó. Ante este hecho todas las respuestas que se activaron para ayudarnos a lidiar con el estrés deben “apagarse” y nuestro organismo debe restaurar sus funciones normales.

El ritmo cardíaco, nivel de azúcar y presión sanguínea se deberían restablecer pero, “algunas personas no pueden “apagar” los sistemas y volver a la normalidad, es aquí cuando la gente empieza a desarrollar enfermedades o desórdenes del estrés.”, comentó el investigador Alon Chon.

La respuesta al estrés, que no es apropiadamente controlada por nuestros sistemas, provoca desordenes y enfermedades como: ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, desórdenes alimenticios, diabetes tipo II, obesidad e hipertensión.

El estrés es causado por el ambiente en el que te desenvuelves, pero el factor genético aumenta el riesgo de que seas más susceptible a desarrollar enfermedades. “El factor ambiental: qué comes, qué bebes, qué respiras pero la predisposición genética te hace más vulnerable y susceptible a padecer desórdenes cuando te expones a un ambiente estresante”, explicó el especialista.

Además, el estrés no discrimina edades ni sexo ya que pueden padecerlo desde un adulto mayor hasta un embrión. Y en este caso quien está expuesta al estrés es la madre, pero ella puede transmitirlo al embrión, lo que se conoce como estrés temprano; esto provocará que cuando el bebé crezca sea más propenso a desarrollar desórdenes por estrés.

La prevalencia de depresión y ansiedad, que son los padecimientos más comunes causados por estrés es de dos a tres veces más alta en mujeres que en hombres, debido a que las mujeres producen más cortisol; la hormona del estrés.

El doctor Alen Chon comentó que el tratamiento más efectivo para mitigar el estrés es la combinación de psicoterapia y medicamento. Pero la mejor manera de combatirlo antes de que genere padecimientos graves es haciendo ejercicio y realizando actividades que nos gusten como: salir a pasear con tu mascota, leer, escuchar música o cualquier actividad que nos relaje.

Redacción: Diana Barajas