Stuttgart, Alemania.
La ciudad de Stuttgart, en el suroeste de Alemania, anunció este miércoles que impulsará un plan especial de limpieza de sus calles en aras de reducir los altos niveles de contaminación.
Hasta finales de marzo, tres máquinas especiales se encargarán de aspirar en horario nocturno y durante cinco días a la semana las vías de la ciudad.
Su tarea central no será barrer, sino acometer labores de aspirado y humedecido de las calles para evitar la elevada concentración de partículas en el aire que afectan a esta ciudad, situada entre valles, explicó el alcalde Fritz Kuhn, del partido Los Verdes.
Según indicó, el objetivo es reducir el número de días en que la contaminación se sitúe por encima del límite de 50 microgramos por metro cúbico de aire que establece la Unión Europea (UE).
No en vano, en el caso de que los valores que marca la normativa comunitaria se superen más de 35 días al año, las autoridades comunitarias podrían imponer una sanción a la ciudad.
En 2016, los niveles máximos de contaminación fueron superados en la ciudad alemana un total de 63 días y en 2017 los límites ya se rebasaron parcialmente durante más de 30 días.
Stuttgart lleva tiempo estudiando la mejor manera para luchar contra la contaminación, que puede causar problemas en las vías respiratorias y enfermedades cardiovasculares.
Hace poco más de una semana, la ciudad acordó prohibir la circulación por sus calles a partir de 2018 de todos los automóviles diésel que superen determinados límites de emisiones cuando la contaminación sea especialmente elevada.
Los residentes en las ciudades alemanas respiran cantidades peligrosas de dióxido de nitrógeno, en especial los de Stuttgart y Múnich, que encabezan la lista de ciudades más contaminadas, según la Oficina Federal alemana de Medio Ambiente (UBA)