Las mujeres toman el poder en la Berlinale




Berlín, Alemania.

Una transexual chilena que se sufre un infierno tras perder a su pareja y una anciana ecologista polaca que se ve involucrada en varios asesinatos fueron las protagonistas de la jornada festivalera el domingo en la Berlinale.

"Una mujer fantástica", de Sebastián Lelio, no tuvo la entusiasta acogida que se vivió en el Festival de Cine de Berlín en 2013 con "Gloria", cuando Paulina García se hizo con el premio a la mejor actriz.

El cineasta chileno, sin embargo, sí fue bien recibido con su propuesta de poner un espejo a la sociedad chilena actual a través de la historia de una transexual (Daniela Vega), que tras la muerte de su pareja (Francisco Reyes) sufre desprecio, humillación, rechazo e incluso la violencia por su condición.

"La idea en el fondo es ponerse en el lugar de algunos de los personajes y la moralidad de cada uno ponerla en juego", explicó la protagonista de la cinta, quien asegura que se trata de una obra necesaria y no sólo porque da cabida a personajes que antes no tenían espacio en el cine, sino porque interpela al espectador sobre su posición al respecto.

"Llevo 13 años en mi cuerpo de mujer y tengo 27. Estamos logrando conquistar lugares que antes no estaban habitados por transexuales y eso es lo mismo que hicieron las mujeres en los años 30 y 40 (del siglo pasado), cuando comenzaron a votar e ir a las universidades", dijo a dpa la actriz.

Para el director, la película consigue con su temática no restringirse sólo a Chile. En su opinión, actualmente el mundo está experimentando una ola general de retroceso que obliga al ser humano a replantearse qué quiere hacer, si quiere seguir generando vínculos o segregación y muros. "No me parece casual que Sony Pictures se haya interesado en la película", apuntó el realizador en referencia a la amplia distribución de la que gozará la cinta.

Lelio (Chile, 1974) acudió a Berlín escapándose de Londres, donde está por finalizar su primer rodaje en inglés ("Disobedience") para el que le buscó una de las protagonistas: Rachel Weisz.

Su quinto largometraje, que cuenta con el respaldo en la producción de Juan de Dios y Pablo Larraín ("Neruda", "Jackie"), es la única oportunidad de escuchar español en la carrera por el Oso de Oro.

La polaca "Pokot", de Agnieszka Holland, también gira en torno a la defensa de los más vulnerables y la realizadora nacida en Polonia en 1948 lo hace a través de una fábula que nace de una novela de Olga Tokarczuk, quien también se involucró en el guión.

La protagonista es una excéntrica anciana (Agnieszka Mandat), que vive sola en medio de un idílico paraje natural, amante de los horóscopos y detractora de la caza, que se ve involucrada en una serie de asesinatos tras la desaparición de sus queridos perros.

Este thriller rural con toques de comedia es en realidad una metáfora sobre los que no tienen voz y la importancia de defender la democracia, según explicó hoy en rueda de prensa la directora (Polonia, 1948).

"La humanidad corre peligro", advirtió la cineasta, que lamenta la deriva ultraconservadora que vive su país, así como otras naciones. "(El presidente de Estados Unidos) Donald Trump es viento a favor de todos los ultraderechistas que piensan que la democracia se ha agotado y que ha llegado el momento de gobiernos de machos blancos", dijo en declaraciones a dpa Holland, que ha dirigido en Estados Unidos diversos capítulos de series como "House of Cards" o "Treme".

La sección oficial se cerró con la producción fuera de concurso de "Viceroy's House", dirigida por la realizadora Gurinder Chadha y protagonizada por Hugh Bonneville ("Dowtown Abbey") y Gillian 
Anderson ("Expediente X"), como los vicereyes británicos que fueron enviados a la India para supervisar la transición de la colonia a un Gobierno independiente en 1947.

Didáctica y clásica, la película muestra los enfrentamientos étnico-religiosos entre el personal del virrey en un reflejo de la violencia sectaria que se vivió en aquellos años en el subcontinente y que condujo a la división del territorio en Pakistán, India y Bangladesh.

"El odio y la división siempre han conducido a la violencia y la muerte. La película nos hace recordar que tenemos que aprender de la historia", dijo la directora, que se dio a conocer con "Quiero ser como Beckham".