Ciudad de México, México.
Contenedores de alimentos, juguetes, tuberías de agua, textiles, cosméticos o biberones, en su mayoría elaborados con compuestos químicos asociados a los microplásticos, como el bisfenol A (BPA), podrían ocasionar, entre otras alteraciones a la salud, cáncer de mama, alertó este miércoles una especialista.
En un comunicado, Mariana Segovia Mendoza, investigadora del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que el BPA es una sustancia tóxica de interés médico porque se define como disruptor endocrino.
Esto quiere decir, abundó, que tiene la capacidad de influir sobre las hormonas o afinidad con los receptores de estrógeno, activando diferentes vías de señalización.
Estas sustancias tóxicas mimetizan la función de las hormonas e inducen la proliferación de las células cancerosas provocando que pierdan el control, hasta el punto de no censar señales célula a célula
«entonces el contaminante las vuelve más irregulares en todos aspectos, promoviendo una inflamación constante, aunque no solo en la célula cancerosa, sino que reclutan además otras del sistema inmune», señaló.
Segovia Mendoza recordó que el cáncer de mama es una enfermedad de alta incidencia y mortalidad en México y el resto del mundo y, según la Sociedad Americana del Cáncer, se estima que una de cada ocho mujeres en el planeta podría desarrollarla en algún momento de su vida.
Además, explicó que las comorbilidades como obesidad o diabetes, en ocasiones predisponen o pueden potenciar los efectos del desarrollo de cáncer de mama.
Aunado a ello, detalló que las pequeñas cantidades de bisfenoles que se desprenden de los recipientes plásticos al calentar los alimentos generan la expresión de ciertos genes que activan la proliferación de células cancerosas.
“Hace tiempo se decía que el horno de microondas era dañino, no es que sea perjudicial este electrodoméstico.
Sin embargo, si caliento en este aparato algún alimento en recipientes de unicel o de plástico, la intensidad del calor genera cambios en el pH, lo que induce el desprendimiento de los contaminantes de la matriz plástica y que se mezclen con el alimento, y de esa manera los ingerimos”, apuntó.
Especificó que los bisfenoles, como el BPA, entran al organismo a través de la ingestión, inhalación o contacto, y ocurre también por medio de las botellas de agua.
Si las dejamos en el coche y se exponen a la radiación ultravioleta, se desprenden los aditivos de los recipientes y son absorbidos a través de nuestros depósitos de grasa.
Ante ello, la especialista sugirió utilizar recipientes de vidrio o cerámica para calentar comida; evitar dejar productos como cremas, maquillajes, labiales, contenedores plásticos con alimentos, biberones y juguetes infantiles en el auto para evitar que liberen aditivos tóxicos por el aumento de temperatura.