Guadalajara, Jalisco. 

Vecinos de las colonias, Americana, Lafayette y la Obrera reprueban la demolición de una casa con valor histórico ubicada en Guadalupe Zuno número 1953 donde se construirá una torre de 60 departamentos.

Aunque el lugar presenta sellos de clausura por parte del ayuntamiento de Guadalajara, “el predio se dejó de considerar como un ‘inmueble relevante patrimonio cultural del Estado´” o bien “ya no está catalogado como valor artístico relevante”, según informó el propio municipio a través de una ficha informativa.

Los vecinos advierten que no se quedarán de brazos cruzados y levantarán la voz por más casas que ya detectaron que están también cercadas y podrían ser demolidas, explica vecino de la Colonia Americana y miembro de la Comunidad Americana, Juan Gerardo Sanchez:

“Estamos sufriendo aceleradamente la pérdida de nuestro patrimonio arquitectónico, cada vez son más las casas que se derriban como la que tenemos aquí atrás, una casa de 1920 que tiene 100 años, que en fechas recientes fue derribada por completo por construir lo que será un edificio vertical.

Entonces esta situación nos alarma porque cada vez más en la colonia, tenemos detectadas otras casas que ya están cercadas y que tenemos temor de que pase lo mismo con ellas, por eso nos estamos organizando y alzamos la voz, queremos mandar un mensaje muy contundente al gobierno municipal, de que tiene que proteger el patrimonio arquitectónico, cultural tan bello que tiene la colonia Americana, la colonia Obrera, la Colonia Lafayette”.

Vecinos advierten que lucharán en defensa de su patrimonio arquitectónico. Foto: Rocío L.

Advirtieron que esto es solo el principio y que lucharán por el patrimonio y valor de sus colonias:

“El paso que sigue es convocar a más vecinos e inconformarse con lo que está pasando aquí y el paso es convocar a más vecinos, identificar las casas que sean susceptibles a que les hagan esto para oponernos, queremos hacer también un equipo técnico entre arquitectos abogados, para evitar hacer este tipo de cosas”.

Aprovecharon para llamar al alcalde tapatío Pablo Lemus a que los reciba y que les explique qué pasó con esa casa, si el municipio falló en su defensa jurídica del patrimonio de la ciudad o fue el juez quien indebidamente otorgó el permiso para el derribo.