¿Triglicéridos  altos e hipertensión? Es un padecimiento bastante común entre los mexicanos, alerta experto
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Guadalajara, Jalisco. 

Uno de cada dos mexicanos vive con Síndrome Metabólico y es más frecuente en mujeres que en hombres.

Pero ¿a qué se considera Síndrome Metabólico?, se refiere a las alteraciones de triglicéridos elevados, glucosa arriba de 100, hipertensión y exceso en la circunferencia de la cintura, explicó el médico internista, Arturo Torres:

“Probablemente, de cada diez, por lo menos cuatro, cumplen con la definición, pero si uno se dice cuántos tendrían una de esas características, probablemente estaríamos hablando del 80 a 90 por ciento, de por sí, la dislipidemia, que es el término técnico de alteración de colesterol y triglicéridos en sangre es extraordinariamente común, pero la más frecuente de todas incluye dos, los triglicéridos altos con el colesterol bueno bajo, es la más frecuente de todas”.

Arturo Torres, médico internista. Foto: Rocío López

En cuanto al Síndrome Poliquístico, una de las principales causas de infertilidad en las mujeres, su prevalencia también es alta, se estima que hasta el 10 por ciento de las mujeres lo padecen, provocado por varios factores, entre ellos la resistencia a la insulina:

“Ovario poliquístico y se asocia con resistencia a la insulina, entonces en México la causa uno de infertilidad que es que una pareja no puede embarazarse teniendo relaciones sexuales de una manera continua y normal durante tres meses y sin método anticonceptivo, es precisamente que tenga síndrome de ovario poliquístico y esto tiene que ver o está asociado a la resistencia a la insulina”.

Por esta razón, el especialista llamó a la población en general a conocer sus niveles de glucosa en sangre, en conocer el estado de sus triglicéridos, saber cuánto mide de cintura, conocer sus números de presión arterial y llevar un adecuado control con tratamientos innovadores para evitar que avancen estas alteraciones provocando daños irreversibles en los órganos, como en los riñones, la vista y corazón.


Rocío López Fonseca