Presentan tres casos de comunidades de Jalisco que se resisten al desarrollo de proyectos de combustibles fósiles
Fotografía: Ignacio Pérez Vega




Guadalajara, Jalisco.

En Jalisco, hay tres casos de comunidades que se enfrentan a proyectos económicos ligados al consumo de combustibles fósiles, que quieren ser visibles a los ojos de todos los jaliscienses para lograr la solidaridad hacia sus luchas.  

Se trata de habitantes de San Juan de la Laguna, en Lagos de Moreno, que se oponen al paso de un gasoducto; colonos de Juanacatlán y de El Salto, que rechazan la construcción de plantas termoeléctricas; y vecinos de cuatro localidades de Poncitlán, que quieren evitar que se instale un lugar de trasferencia de combustibles.

Los casos se expusieron en la casa Iteso Clavigero, en el foroLos debates de Nuestro Futuro, Nuestra Energía. Resistencias contra Combustibles Fósiles”. 

 Liliana Martínez Facio, representante de San Juan de la Laguna, relató que durante más de cinco años mantienen una lucha en contra del gasoducto de la empresa Gas Natural del Noroeste. En este momento, el proyecto se detuvo por un juicio de amparo, pero el riesgo persiste. 

“Aparentemente está detenida, pero ellos nunca paran. El gasoducto pasaba por debajo de dos casas habitacionales y cuando empezamos la lucha ya de ir a parar las máquinas, de ir a poner el cuerpo, tuvimos detenciones arbitrarias por parte del gobierno federal.

Entonces, ya nos dio un poco -no de temor- pero sí de garantizar la seguridad de la comunidad”, explicó.

Juanita Márquez, habitante del poblado de Casablanca, municipio de Poncitlán, precisó que quieren instalar en un predio de 44 hectáreas, un sitio de trasvase de hidrocarburos, a lo que se oponen porque pone en riesgo a:

  • Casablanca
  • San Jacinto
  • San Miguel Zapotitlán
  • Teocaltitán

donde viven 6 mil personas. 

“En esta población, ‘nada más’ nos quieren instalar una unidad de trasvase de hidrocarburos. Esa unidad de trasvase es algo enorme, es algo que pone en riesgo esas cuatro comunidades, en caso de una explosión, pues nos iríamos todos porque está manejando grandes cantidades de combustible que se trasvasaría del ferrocarril a las pipas para repartirlo en las diferentes zonas del estado de Jalisco”, indicó.

Rebeca Nuño, integrante de Un Salto de Vida, refirió que en El Salto están asentadas 700 industrias que generan 1,100 contaminantes químicos y tóxicos en el río Santiago.

Ahora, pretenden hacer cuatro termoeléctricas, una de ellas llamada “La Charrería”, en Juanacatlán.

“Estos proyectos avanzan en completo silencio y sin ser consultados a la comunidad. A pesar de que nuestros pueblos son pueblos originarios, no se respeta el derecho a la libre determinación de nuestras comunidades, a que se nos consulte si queremos o no que estos proyectos energéticos, que por leyes internacionales se nos tiene que consultar, jamás se nos consulta. Entonces, nosotras nos damos cuenta de que ese gasoducto está pasando por nuestro territorio, cuando vemos los tubos acostados al lado de la carretera”, relató.

Pablo Montaño, integrante de la agrupación Conexiones Climáticas, explicó que los habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara, deben acompañar estas luchas de defensa del territorio, porque se trata de proyectos industriales vinculados al consumo de una gran ciudad como la capital jalisciense y afectan el medio ambiente global, no solo de cada una de las localidades directas.


Ignacio Pérez Vega