Ginebra.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó este viernes la introducción de una vacuna y de un anticuerpo monoclonal para proteger a los lactantes contra el virus respiratorio sincitial (RSV), la principal causa de infecciones graves de las vías respiratorias inferiores en niños.
El altamente infeccioso RSV es responsable de unas 100.000 muertes (la mitad de bebés que no llegan a los seis meses) y de más de 3,6 millones de hospitalizaciones anuales en niños menores de cinco años.
- El planteamiento incluye una vacuna para mujeres embarazadas a partir de la semana 28, con el fin de transferir anticuerpos a sus bebés; o de un anticuerpo monoclonal de acción prolongada que se puede administrar a los recién nacidos o a bebés (hasta los doce meses, aunque antes de los seis meses tiene un mejor impacto) en el periodo previo a la temporada de circulación del virus.
El Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización, que actúa como un órgano asesor independiente del secretario general de la OMS, aprobó anteriormente ambos productos para su uso a nivel mundial.
La vacuna materna debe aplicarse durante el tercer trimestre del embarazo, idealmente durante las visitas prenatales rutinarias, para maximizar la protección del recién nacido durante sus primeros meses de vida.
El anticuerpo monoclonal se administra en una sola dosis al nacer o durante la primera visita médica, brindando protección durante al menos cinco meses, es decir casi toda la temporada del virus en países con una estacionalidad definida.
El 97 % de todos los casos ocurren en los países de ingresos medios y bajos, donde el acceso a cuidados médicos de apoyo, como oxígeno o hidratación, es limitado, recordó la OMS.
Este virus suele causar síntomas leves similares al resfriado, pero puede provocar complicaciones graves como neumonía y bronquiolitis, especialmente en bebés prematuros, niños pequeños y personas mayores con sistemas inmunitarios debilitados.