Mauricio Macri, candidato pro-mercado de derecha que ganó la presidencia de Argentina el domingo, triunfó en un reñido balotaje en este país polarizado tras 12 años de gobiernos kirchneristas de centroizquierda, lo que lo obligará a construir consensos.

En una jornada muy tranquila se realizó una elección que dio vuelta la política argentina y que era inimaginable hace un mes, cuando hasta pocos días antes de la elección del 25 de octubre los sondeos cantaban la victoria del oficialista Daniel Scioli.

Tres semanas después Scioli perdió por menos de tres puntos contra Macri: 51.44 por ciento versus 48.56 por ciento, con 98.98 por ciento de los votos escrutados.

"El margen de la victoria es bastante limitado", dijo a la AFP el sociólogo Gabriel Puricelli, presidente del Laboratorio de Políticas Públicas en Argentina, al recordar que Macri tendrá el Congreso en manos de la oposición.

Gran parte del Legislativo apoya a la presidenta saliente, Cristina Kirchner, y se verá forzado a tejer alianzas hasta al menos 2017, cuando se celebrarán elecciones parlamentarias.

A su favor, cuenta con la provincia de Buenos Aires, la más poblada, así como tres de las cinco provincias más grandes del país, que estarán controladas por su alianza de centroderecha Cambiemos.

"Le pido a Dios que me ilumine para poder ayudar a cada argentino a encontrar su forma de progresar. Yo estoy acá por ustedes así que les pido por favor, no me abandonen, sigamos juntos", manifestó.

El 10 de diciembre, cuando la presidenta Cristina Kirchner le entregue el mando, empieza una etapa inédita con un nuevo espacio político de derecha.

En casi un siglo en Argentina no hubo ningún presidente votado en elecciones libres y sin fraude que no fuera ni peronista ni radical (socialdemócratas).

En su vida democrática Argentina sólo alternó en el poder al Partido Justicialista (PJ, peronista) o a la UCR.

"Esto es historia", dijo Marcos Peña, jefe de campaña de Macri e ideólogo del Pro (Propuesta Republicana, derecha) el partido del nuevo mandatario, en medio de la ovación de los miles de simpatizantes que acompañaron al ganador en su bunker en Buenos Aires.

- Presidente y retos nuevos -

Quien fuera presidente del club de fútbol Boca Junior, ingeniero de 56 años, fue electo para un mandato de cuatro años y en los primeros dos estará forzado a establecer alianzas en el Congreso, donde el kirchnerismo tiene mayoría absoluta en el Senado y es la primera fuerza en diputados.

Como candidato prometió liberar el mercado de cambios, impulsar la iniciativa privada, reordenar el Estado, reanudar vínculos dañados con las grandes potencias y arreglar una deuda en litigio judicial con fondos especulativos en Nueva York.

También anticipó que pedirá aplicar la cláusula democrática y suspender a Venezuela del Mercosur por tener presos políticos afirmó, entre ellos a Leopoldo López, cuya esposa Lilian Tintori celebró en el comando de campaña de Macri.

En la sede de campaña de Macri el clima fue de fiesta y euforia por el triunfo de su alianza Cambiemos, forjada junto con los radicales de la UCR (socialdemócratas).

El presidente electo sucederá a Kirchner, en el mando desde 2007 y viuda del fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007). Fueron 12 años de kirchnerismo en el poder.

La presidenta llamó por teléfono a Macri para felicitarlo y acordaron reunirse el martes en la residencia oficial de Olivos (periferia norte), informó el canal C5N, cercano al gobierno.

Después de la medianoche los seguidores de Macri celebraban alrededor del Obelisco, en el centro de Buenos Aires, mientras unos pocos militantes kirchneristas permanecían en la Plaza de Mayo entonando algunos cánticos.

En las redes sociales se convirtió en tendencia el hashtag #Cambiemos, pero no solamente para cantar victoria y expresar "esperanzas".

"Los porcentajes muestran un país fracturado. El odio no es militancia. Llegó el momento de que todos tiremos para el mismo lado. #Cambiemos", escribió en Twitter Victoriano Aizpurú, reflejo de dos Argentinas que necesitan un solo presidente.