Los fantasmas volvieron a Leones Negros. Los universitarios fallaron en su último examen, el más importante: el que daba el pase a la Liguilla, el que ilusionaba con la posibilidad de volver a vivir la final de ascenso soñada.
Los hinchas estaban listos, con más ánimo que nunca, en la explanada del Jalisco los canticos animaban. Mientras que muchos otros, vinieron desde lejos a ser testigos del triunfo del león negro sobre Juárez.
El partido fue disputado, había mucho en juego. Uno, dos, tres intentos, ninguno dio resultado. Los nueve mil 529 asistentes ahogaron el grito de un gol que fue anulado.
Nada, nada resultaba. Hasta el final se mantuvo el cero. Ni el líder de la competencia pudo contra unos Leones Negros hambrientos de fiesta grande, ni UdeG aprovechó su última oportunidad para pasar a la fase soñada.