Las entradas más baratas para ver un partido del Mundial de Rusia 2018 costarán 105 dólares (94 euros) y habrá que desembolsar por lo menos 455 dólares para asistir a la final, anunció la FIFA este martes.
Para los residentes rusos se establecerán tarifas especiales que irán desde los 1.280 rublos (17,8 euros) para los partidos de primera ronda a los 7.040 rublos (98 euros) para la final.
"Queremos estar seguros de que los precios sean justos para hacer los eventos accesibles al máximo de personas", declaró en una rueda de prensa en Moscú la secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, citada en un comunicado.
Las entradas para la final costarán entre 455 y 1.100 dólares, mientras que los billetes para el partido de inauguración oscilarán entre los 220 y los 550 dólares.
En el Mundial de Brasil 2014 las entradas más baratas costaron 90 dólares -los partidos de primera ronda-, mientras que los billetes para la final más asequibles se pagaban a 440 dólares.
A título comparativo, era posible encontrar entradas de 25 euros para los partidos de primera ronda de la Eurocopa 2016, que se disputa actualmente en Francia.
Los billetes para la final, el domingo en el Estadio de Francia, cuestan entre 85 y 895 euros.