Bruselas, Alemania
La Comisión Europea anunció hoy que llevará a Alemania a los tribunales ante la intención del país de instaurar un sistema de peajes que las autoridades comunitarias consideran que discrimina a conductores de otros países de la Unión.
El año pasado, el Gobierno de Angela Merkel decidió introducir el pago de una tasa que, en la práctica, sólo afectaría a vehículos extranjeros, dado que a aquellos automóviles registrados en Alemania se les permitía deducir el importe del peaje a través del impuesto de circulación anual.
"Si se llega a implementar, esto conducirá a una situación en la que sólo los usuarios alemanes estarán exentos de facto del pago de los peajes", señaló la portavoz comunitaria de Transporte, Anna-Kaisa Itkonen.
En Bruselas insisten en que la instauración de este impuesto a vehículos en las carreteras alemanas es contrario a los principios de no discriminación basados en la nacionalidad y la libre circulación de bienes y servicios.
De ahí que la Comisión haya decidido dar un paso más en la trifulca que desde hace meses mantiene con Berlín y haya optado por acudir al Tribunal Europeo de Justicia, un organismo que tiene la capacidad de imponer multas considerables a los Estados miembros que no cumplan con las leyes comunitarias.
No obstante, desde Berlín confían en que la justicia europea falle a su favor al entender que la recaudación fiscal que pretende aplicar es conforme a la normativa europea.
"Alemania espera ahora que sea un proceso rápido para que la infraestructura recaudatoria se pueda implementar técnicamente", dijo hoy el ministro de Transportes del país centroeuropeo, Alexander Dobrindt.
El peaje que Alemania pretende implantar supone una concesión al partido socialcristiano de Baviera (CSU), una formación hermana de la Unión Cristianodemócrata de Merkel y un socio menor de la gran coalición que gobierna el país.
El sistema prevé que los conductores compren una etiqueta adhesiva cuyo precio medio es de 74 euros (83 dólares) por vehículo que les daría derecho a circular por las carreteras del país.
El ministro de Transportes germano estima que con la introducción de esta tasa, las arcas públicas podrían recaudar hasta 500 millones de euros que se dedicarían a mejorar la red de carreteras del país.