Guadalajara, Jalisco

Un nuevo apretón dieron las obras de la Línea Tres del Tren Ligero, a la Avenida Juárez, justamente en el cruce con la Avenida 16 de Septiembre, en el corazón de nuestra vapuleada Guadalajara.

Con la secuencia de las excavaciones, medidas de seguridad y todo lo que se vuelve indispensable en estos casos, fue necesario este sábado cerrar parte de la Avenida 16 de Septiembre entre López Cotilla y Juárez de modo que la malla ciclónica colocada en ese crucero vino a adelgazar a solamente dos carriles a la Avenida Juárez en el tramo comprendido entre Corona y 16 de Septiembre.

El caso es que la delgada franja que limita el paso a los vehículos trocó ese cruce en cuello de botella no solo para los vehículos, sino además para los transeúntes, a quienes las autoridades colocaron una especie de andén en el lado norte del crucero, para un paso seguro, pero del lado sur solamente está la malla ciclónica y no hay protección alguna, por lo que los peatones caminan precipitadamente en cuanto el semáforo les marca el alto a los vehículos, y a veces antes.

Las imágenes de Antonio Campos nos ponen en claro que el riesgo es bastante y que en cualquier momento, un automovilista desesperado o molesto por la tardanza para atravesar ese vado, y al término de los 51 segundos de alto, podría acelerar la marcha con el fin de ganar a los demás el paso, y arrollar a una o más personas.

Esta posibilidad es alta, desde el momento en que el cruce de 16 de Septiembre y Juárez podría decirse que es uno de los más concurridos de nuestra ciudad y no hay que olvidar que vienen fechas importantes en las tradiciones citadinas, que por fuerza atraerán a mucha gente más, lo que deberían atender a la brevedad las autoridades, ya que muchos transeúntes prefieren lanzarse que esperar los 72 segundos que se mantiene el semáforo en alto.