Guadalajara, Jalisco. 

Muchas veces se piensa que las cremas o ungüentos no hacen daño por ser aplicados en la piel y ¿cuántas veces acudimos a la farmacia a comprar una pomada para la rozadura del niño, para las picaduras de mosquito, o para lo quemado por el sol o pequeñas quemaduras de aceite?

Y la primera que recomiendan es Barmicil, y sus genéricos, una combinación entre betametasona, gentamicina y clotrimazol de uso tópico, es decir, en pomada.

La Cofepris advierte que el uso prolongado de esta crema puede causar diferentes reacciones adversas, entre las más graves, el Síndrome de Cushing.

En la alerta de la autoridad sanitaria explica que la automedicación de esta pomada puede ocasionar efectos adversos locales y sistémicos, especialmente en niñas y niños, entre ellos el síndrome de Cushing iatrogénico, que se trata de un trastorno hormonal causado por la exposición prolongada del producto.

Uno de los signos más frecuentes de este síndrome es la cara de “luna llena”, debido a que la grasa se deposita generalmente en la cara y alrededor del cuello; mientras que los brazos y las piernas se adelgazan. Los niños tienden a ser obesos con tasas de crecimiento más lento.

Otros síntomas que aparecen en la piel son fragilidad y delgadez. Los huesos se debilitan, hay un aumento en la presión arterial y se incrementan los niveles de glucosa en la sangre provocando una hiperglucemia.

Este medicamento contiene un corticosteroide potente, la betametasona, un antibiótico gentamicina y un antimicótico clotrimazol, el cual está indicado para el tratamiento de diversas dermatosis. Si se utilizan de forma adecuada, son seguros y eficaces; sin embargo, sin una supervisión médica correcta, pueden producir graves efectos adversos locales y sistémicos.

La Cofepris llama a la población a no automedicarse con ningún fármaco, pero tampoco pomadas, ya que estás, al ser también medicamentos, pueden tener efectos secundarios al no aplicarse de forma adecuada y por tiempo limitado.