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(EFE). Miles de "indignados" neoyorquinos y de otras zonas de Estados Unidos, a los que se sumaron representantes de los principales sindicatos de la Gran Manzana, se adueñaron hoy otra vez del sur de Manhattan en una nueva demostración de su creciente poder de convocatoria. El movimiento "Occupy Wall Street", que hace casi tres semanas empezó a plantar cara a los "poderosos" de Wall Street con apenas un centenar de personas, se ha convertido en una desafiante respuesta de la sociedad civil estadounidense contra los excesos del sistema financiero, que se extiende ya a otras zonas del país. "Todos luchamos por la misma causa. La injusticia de los bancos, de la América corporativa, las empresas que reducen sus plantillas y se llevan los puestos de trabajo al extranjero", afirmó hoy a EFE Michael DiGlio, de 46 años, miembro del gremio de empleados del sector de la comunicación CWA. DiGlio se unió a miles de personas que trasladaron sus protestas a la plaza Foley, en el sur de Nueva York, a unos pasos del puente de Brooklyn donde este fin de semana se vivieron los momentos más tensos desde que "Occupy Wall Street" se atrincheró en el corazón del distrito financiero, con la detención de 700 simpatizantes. En medio de una fuerte presencia policial pero sin incidentes de relevancia, los "indignados" de Wall Street salieron a la calle con renovadas fuerzas por el apoyo de quince sindicatos, desde el sector del transporte hasta profesores de las escuelas públicas, así como estudiantes y una veintena de organizaciones comunitarias.