Berlín, Wiesbaden.
La jubilación puede ser un buen momento para adoptar un perro. Las personas mayores son buenos cuidadores de estos animalitos porque reúnen todas las condiciones: tienen mucho tiempo y experiencia de vida, y muchos de ellos están además en buenas condiciones físicas. Y un perro puede ayudar a que esto se mantenga durante mucho tiempo así, ya que las mascotas obligan a moverse todos los días y salir al aire libre a pasearlas.
Además, tener una mascota ayuda a la socialización: al sacar a pasear al perro, se conocen a otros dueños de mascotas con los que se pueden entablar conversaciones. Y estar en casa con una mascota también es mucho más bonito, ya que prestan una invaluable compañía.
El efecto beneficioso de las mascotas en las personas mayores está incluso demostrado científicamente. Al acariciar un perro, se libera una hormona conocida como oxitocina, que contribuye al bienestar y reduce miedos, estrés y el riesgo de depresiones.
Sin embargo, antes de adoptar una mascota, es necesario hacerse algunas preguntas como: "¿Aún estoy lo suficientemente en forma? ¿Tengo tiempo y ganas de tener un perro? ¿Tengo dinero suficiente? ¿Hay personas que podrían ocuparse del animal si enfermo?".
Por eso, a veces son una buena elección los animales adultos, que son menos activos.
Los cachorros dan mucho trabajo y deben ser educados primero. En cambio, los perros más bien pequeños y poco problemáticos son ideales para las personas mayores. Deben ser animales sociables y mimosos, poco defensivos y agresivos. Conviene también que no sean de una raza que exige mucho movimiento y que se entienda bien con otros perros.
Por supuesto, el carácter de cada animal es más importante que su raza. Muchos refugios para animales ofrecen mascotas adultas, que suelen ser agradecidas y cariñosas. De todas formas, siempre es bueno dejarse asesorar por un especialista, sobre todo si no se tiene experiencia previa con animales.
En Alemania existe incluso la posibilidad de alquilar un animal. La empresa Blue Bello, por ejemplo, se dedica a alquilar perros a personas mayores. El perro sigue perteneciendo a la empresa, pero vive con su locatario. Si se enferma o muere, el animal regresa a Blue Bello.
Quienes disfrutan de pasear perros pero no se animan a tener una mascota, pueden ofrecerse como voluntarios en refugios de animales, que muchas veces buscan personas dispuestas a sacar a los perros a dar una vuelta. Werner Klawitter saca a pasear perros en un refugio de la ciudad alemana de Wiesbaden. "Lo hago hace 13 años, casi todos los días salgo a pasear con mis tres perros por unas tres horas", dice el hombre, de 69 años. "Algunos van al gimnasio, yo saco a pasear a los perros", añade.
Los amantes de los gatos también pueden desempeñar un papel en los refugios como "acariciadores" de los animalitos. La idea es mimarlos, jugar con ellos o peinarlos.
Un gato también puede ser una buena compañía para una persona mayor en su casa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los gatos también demandan cierto trabajo, empezando por limpiar a diario los cajoncitos donde hacen sus necesidades si se vive en un apartamento. Tampoco hay que olvidar que suelen vivir más que los perros.
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