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Guadalajara, Jalisco
El campo de la neurología tiene un nuevo instrumento para aliviar patologías cerebrales a través de la regeneración de tejidos, se trata del trabajo de una década que desarrollaron investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) para la creación de quitosana un biopolímero de carácter natural que surge de la cáscara de crustáceos y que ya fue implantado por primera vez a una mujer de 68 años afectada por neuralgia del trigémino y que ya tenía severas afectaciones de discapacidad motriz en la cara y que tras este implante realizado hace seis meses mejoró sus condiciones de salud y dejó de consumir medicamentos para aliviar el dolor, detalló el jefe del departamento de Neurociencias en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Rodrigo Ramos Zúñiga.
Por sus características de origen natural, la quitosana ha mostrada compatibilidad con el cuerpo humano al evidenciar altos niveles de regeneración y ningún síntoma de toxicidad.
Los investigadores explicaron que tras el avance en este proceso, la población afectada por lesiones, traumatismos, y tumoraciones podrían acceder a este implante con bajo costo, pues en la elaboración de este biopolímero no se requieren más de 300 pesos.
En el tiempo de investigación y luego del primer implante exitoso en humanos, se ha detectado que la quitosana tiene capacidad como membrana para reparación o incluso como vehículo de medicamentos suscritos por tiempos prolongados como el caso de cáncer de cerebro.