Múnich/Bruselas

El jefe de la automotriz alemana BMW, Oliver Zipse, y la asociación VDA solicitaron hoy al Gobierno alemán que se oponga a la aprobación de los aranceles punitivos a los coches eléctricos chinos, en vísperas de la votación de los países miembros de la Unión Europea (UE).

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Zipse argumentó que la prosperidad de Alemania depende de la apertura de los mercados y del libre comercio. Asimismo, opinó que los aranceles adicionales podrían perjudicar a las empresas alemanas activas a nivel mundial y podrían "provocar un conflicto comercial que, en última instancia, solo conoce perdedores".

"Por ello, el Gobierno alemán debería adoptar una postura clara y votar en contra de la introducción de aranceles adicionales en la UE", añadió.

Tras investigar las subvenciones a los coches eléctricos chinos por una posible distorsión de la competencia, la Comisión Europea propuso establecer aranceles punitivos de hasta el 36 %. Sin embargo, la decisión final corresponde ahora a los 27 Estados miembros.

La votación en la UE está prevista para el viernes. Si bien Alemania se muestra crítica con los aranceles punitivos, está por ver cuál será el voto del Gobierno del canciller Olaf Scholz. Es posible que vote en contra de los aranceles punitivos o que se abstenga.

Es probable que la cuestión desempeñe un papel importante en una reunión entre Scholz y el presidente francés, Emmanuel Macron, que se celebra hoy en Berlín. En el pasado, Macron se ha pronunciado generalmente a favor de medidas punitivas contra China.

Según la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA), la industria automotriz alemana exportó el año pasado a China vehículos y piezas por valor de 26.300 millones de euros (29.100 millones de dólares), mientras que desde China se importaron coches y componentes por valor de 6.800 millones de euros.

De acuerdo con la asociación, el daño potencial de los aranceles punitivos para la industria automovilística alemana es mayor que el beneficio potencial que pueda suponer la medida.

"Un voto de los estados de la UE para imponer altos aranceles adicionales a los coches eléctricos procedentes de China a partir de finales de octubre sería un paso más lejos de la cooperación global", dijo a dpa la presidenta de la VDA, Hildegard Müller.

• "Esta medida aumenta aún más el riesgo de un conflicto comercial global", opinó.

  

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"El Gobierno alemán debe adoptar una postura clara el viernes, y no de acuerdo, sino de rechazo. Abstenerse no es una opción. Se pide a Berlín que adopte una postura clara y, al mismo tiempo, haga un llamamiento para que continúen las negociaciones constructivas entre todas las partes implicadas", agregó.